"En el seno de una investigación llevada adelante en nuestro organismo, hemos resuelto convocar para el lunes 6 de abril, a las 11, en la sede del organismo (por la ex SIDE) al ex director general de Operaciones Antonio Stiuso", anunció el nuevo jefe de la inteligencia, Oscar Parrilli. Explicó que desean que explique "15 notas epistolares" con el fallecido titular de la Unidad Fiscal AMIA, Alberto Nisman.

Junto con su número dos en la Secretaría, Juan Martín Mena, Parrilli sostiene que al analizar los documentos disponibles sobre las acciones de Stiuso en la investigación de la AMIA detectaron una supuesta "conducta dilatoria" para ocultar cierta inactividad, un fracaso o "algo que no le convenía".

"Una hipótesis -dijo Parrilli- es que no se hizo la tarea; otra, que se haya realizado y no se haya encontrado nada y no se lo quiso reconocer, y tercera, que se encontró algo que no les convenía a ellos." A su lado, Mena añadió que "a raíz del cambio de autoridades se evidenció que hubo una conducta dilatoria".

"No se puede permitir este nivel de irresponsabilidad en semejante causa", añadió el número dos de la nueva Agencia Federal de Inteligencia (AFI), y sostuvo que Stiuso, al ser removido, "no manifestó que tuviera ninguna tarea pendiente sobre la investigación".

Tanto Parrilli como Mena evitaron cuestionar a sus antecesores al frente de la ex SIDE, Héctor Icazuriaga y Francisco "Paco" Larcher, quienes trabajaron como jefes directos de Stiuso desde diciembre de 2003.

"La autocrítica es la acción", replicó Parrilli en su última aparición pública, cuando la prensa le preguntó si el Gobierno asumía su cuota de responsabilidad por la presencia de Stiuso como el verdadero hombre fuerte dentro de la ex SIDE durante todo el kirchnerismo. Las decisiones se toman, dijo Parrilli, "en el momento en el que se pueden tomar".

"Lamentablemente, durante 30 años la democracia convivió con este señor, cada uno se debe hacer responsable de la cuota parte de responsabilidad que le toca. Desde el año 83 nada se hizo, y este hombre fue adquiriendo cada vez más poder, y nadie fue capaz de ponerle el cascabel al gato", añadió.

Protagonista de varios "carpetazos" que beneficiaron al Gobierno -como la filtración sobre una supuesta cuenta bancaria en el extranjero del entonces candidato Enrique Olivera, lo que se demostró falso-, Stiuso mantuvo una fluida relación con Kirchner, quien recibía todas las semanas de Larcher audios con escuchas telefónicas.

Durante toda la década kirchnerista, además, la Casa Rosada recurrió a los servicios de Stiuso para relacionarse con los jueces, en particular, los federales de Comodoro Py, por medio del estudio jurídico de Darío Richarte y Diego Pirota.

Desde el Gobierno callan al respecto. Prefieren analizar si Stiuso se presentará a la citación. Según Parrilli, está obligado por ley: "Que venga el próximo lunes para que nos diga dónde está el trabajo, si se hizo o no se hizo, y si no se hizo, por qué no se hizo. Mi impresión personal es que el trabajo no se hizo".

Junto al ex director de Operaciones de la SIDE creen que la convocatoria del Gobierno es "una encerrona" o "una trampa". Pero callan si Stiuso se presentará o faltará a la cita.

Así leen la denuncia por presunto enriquecimiento ilícito que presentó el legislador porteño Gustavo Vera contra Stiuso poco después de pasar por Roma. Detrás de esa movida ven las manos del nuevo director general de Operaciones, Fernando Pocino, y del actual embajador ante la Santa Sede, Eduardo Valdés.