Angelo Provenzano, hijo del capo de todos los capos de la Cosa Nostra, Bernardo "Binnu" Provenzano, arrestado en 2006 después de estar fugitivo 43 años, encontró un trabajo rentable: el "mafia tour".

Tal como informó la prensa italiana, el mayor de los dos hijos del capo de capos -anciano e internado en el sector para detenidos de un hospital de Milán- fue contratado por un operador turístico de Boston como virtual guía, para que le explique la mafia en primera persona a los turistas norteamericanos. La idea generó polémica en Italia.

Acusado de haber planeado en 1992 los asesinatos de los dos jueces símbolo de la lucha contra la mafia, Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, entre otros crímenes, Provenzano padre fue un "hombre invisible". El más buscado de todos en Italia durante décadas. Prófugo desde 1963, fue finalmente arrestado por agentes de la policía a los 73 años, en 2006, en una vieja casona de campo cerca de Corleone, su ciudad natal, 75 kilómetros al sur de Palermo e inmortalizada por Francis Ford Coppola en su saga El Padrino.

Desde hace seis meses, su hijo mayor, Angelo, de 39 años y que se las arregla bien en inglés, todos los sábados es la estrella de encuentros muy exclusivos con grupos de no más de 15 turistas en el Hotel Plaza Opera, uno de los más lujosos de Palermo. Los turistas suelen escuchar sus charlas boquiabiertos y extasiados, luego de recibir un folleto que ilustra la historia de la mafia.

Según detalló el diario La Repubblica, en el "Encuentro con un hijo de uno de los ex jefes de la mafia", Provenzano hijo relata su compleja vida con ese padre tan buscado, sin citar ni lugares ni nombres de esos 17 años que compartió con él cuando le escapaba a la Justicia.

También cuenta que su padre no es tan malo como lo pintaron: era un hombre de familia, que le impuso a sus hijos reglas y silencios, dice. Al parecer, después de una hora de charla, los turistas norteamericanos aparecen conmovidos y hacen preguntas: "¿Su padre también era religioso?"; "¿qué espera del futuro?". Angelo responde a todo y no oculta que con semejante apellido siempre le costó encontrar trabajo tanto a él como a su hermano, Francesco Paolo. Ambos viven en Corleone junto a su madre. Algún turista entonces señala: "Las culpas de los padres no deben recaer en los hijos".

Lo cierto es que la noticia del "Provenzano tour" causó controversia. "Es verdad, las culpas de los padres no deben recaer en los hijos, pero no se puede especular con la mafia y con una historia que aún chorrea sangre", clamó indignada María Falcone, hermana del juez asesinado por voluntad de Provenzano. En sintonía se pronunciaron asociaciones que luchan contra la criminalidad organizada, así como el asesor regional de Turismo de Sicilia, Cleo Li Calzi, que llamó a boicotear la iniciativa.

Pero Angelo no se inmutó y se justificó: "Para mí sólo se trata de una oportunidad de trabajo importante en un sector, el turístico, que tiene mucho potencial".