La campaña de reclutamiento de Estado Islámico (EI) no tiene fin. El grupo jihadista adiestró a más de 400 niños para el combate en Siria, reveló ayer la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

Los jihadistas someten a los niños, a los que llaman "cachorros de leones del califato", a intensivos entrenamientos militares y religiosos en los territorios que controlan en Siria, precisó el OSDH, una ONG opositora al régimen de Bashar al-Assad con sede en Gran Bretaña.

Varios videos difundidos en las redes sociales por los jihadistas muestran a chicos cargando escopetas, disparando y reptando a través de la maleza. En las imágenes también se ven niños que leen textos religiosos alrededor de una mesa redonda.

"Cuando alcanzan los 15 años, esos niños tienen la opción de convertirse en verdaderos combatientes que cobran un sueldo", dijo el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.

"EI intenta atraer a los niños con dinero y armas", añadió. Para el titular del Observatorio, los chicos son presa fácil de los jihadistas porque no van a la escuela y tampoco trabajan. "Usan chicos porque es más fácil lavarles el cerebro. Pueden moldear a esos niños en lo que ellos quieran, dejan de enviarlos a la escuela y los mandan a escuelas de EI", indicó Rahman.

Los niños-soldados son ubicados en los puestos de control o usados para conseguir información en las zonas que no controla EI, ya que suelen pasar inadvertidos, explicó Rahman.

Otros niños se reclutan, no obstante, con objetivos más violentos. Un video difundido por EI en marzo mostraba, por ejemplo, a un chico de 12 años disparando varias veces a un rehén. Según Rahman, EI ya usó a 10 niños como "kamikazes" en Siria. "Se trata de una explotación y un lavado de cerebro", afirmó el director del OSDH.

El grupo terrorista estaría recurriendo a niños porque tuvo dificultades al reclutar nuevos combatientes adultos desde principios de año. Sólo 120 combatientes se unieron a sus filas en Siria, según el OSDH. La razón principal del estancamiento en el reclutamiento de nuevos milicianos es el aumento de los controles en la frontera turca, por donde ingresan muchos simpatizantes de Estado Islámico procedentes de otros países árabes o de Europa.

"Lo chocante es que no esconden [que utilizan a niños], sino que se jactan de hacerlo", denunció Nadim Hury, director adjunto para Oriente Medio de la ONG Human Rights Watch.

El conflicto sirio causó más de 215.000 muertos desde su inicio en 2011, y alrededor de 11,5 millones de desplazados, según las Naciones Unidas. El organismo multilateral señaló que en Siria más de 2,1 millones de niños no van a la escuela por culpa de la violencia.

ENFRENTAMIENTOS

Por otra parte, al menos 55 personas, entre jihadistas y combatientes gubernamentales, murieron y otras 70 resultaron heridas en distintos choques y bombardeos registrados ayer en la provincia iraquí de Al-Anbar, al oeste de Bagdad, informaron fuentes de seguridad iraquíes.

En esos enfrentamientos, las fuerzas iraquíes y las milicias afines, apoyadas por la aviación de la coalición internacional, arrebataron a Estado Islámico el control de las poblaciones de Al-Busuda y Al-Bushehab, al noroeste de Al-Karma, ubicada a unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad.

Un dirigente en las milicias chiitas progubernamentales explicó que al menos 18 jihadistas perecieron y 11 resultaron heridos durante los combates para la liberación de las localidades, en los que también fueron destruidos seis vehículos del grupo extremista.

LOS "CACHORROS" DEL CALIFATO

Falta de combatientes

Estado Islámico ha visto cómo en los últimos meses se reducía el número de simpatizantes extranjeros que llegaban a Siria procedentes de otros países árabes o de Europa. El gobierno turco reforzó recientemente los controles fronterizos con Siria.

El verdugo de 12 años

Uno de los casos más impactantes es el reciente video en el que los jihadistas mostraron a un chico de 12 años mientras disparaba varias veces a un rehén árabe-israelí acusado por Estado Islámico de ser un espía. Fuentes policiales francesas señalaron que el chico podría ser hermanastro de Mohammed Merah, el terrorista que mató a tres soldados, un rabino y tres niños judíos en Toulouse en 2012.