El mendocino Juan Carlos Mazzón dejará de ocupar en lo inmediato el cargo institucional que ostentaba en la Casa Rosada y mediante el cual oficiaba de operador político del peronismo en todo el país. Formalmente era  Coordinador General de Asuntos Político Institucionales de la Unidad Presidente: así rezaban las tarjetas personales que dejaba a su paso. Dicho en términos reales, un "experto en construir poder para otros", aunque no un monje budista por ello.

Según fuentes de la Presidencia, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le habría pedido la renuncia por intermedio del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Precisamente, desde hace unos días, Aníbal, otro "Matusalén" de las últimas gestiones peronistas, como Mazzón, lo equiparó en rango. Además de ejercer la Jefatura de Gabinete, se reservó el cargo "ad honorem" de Coordinador General de Asuntos Técnicos de la Unidad Presidente, paralelo al del mendocino nacido en Santa Fe.

El decreto que pone a Aníbal bajo sus propias órdenes y al lado del "Chueco" es el 75/2015. Su antecesor había sido Rafael Follonier, un hombre de Néstor Kirchner que sirvió de vínculo con el "bolivarianismo" chavista y para fundar Unasur. Si bien podría decirse que su perfil encajaba más con el entorno de Cristina, emigró a las filas de Daniel Scioli no bien pudo. Allí ejerce ahora como operador internacional del gobernador bonaerense.

Mazzón había insistido con su intención de "jubilarse" y buscó en reiteradas oportunidades imponer a Adolfo Bermejo como jefe del sector Azul del peronismo mendocino y a su hijo, Mauricio, como su sucesor. La Presidenta habría precipitado las cosas.

El ex militante de Guardia de Hierro en su juventud tiene 71 años. Su renuncia es un paso meramente formal. Ya apenas asumió Cristina Fernández, la presentó y se le aceptó el 7 de diciembre de 2007 por primera vez al mismo cargo. Pero se lo volvió a nombrar. El 10 de diciembre de 2001 le aceptaron de nuevo la renuncia, mediante decreto 2050/2011. Otro decreto del mismo día lo repuso al frente...

Estaba en la Rosada desde 2002 y en 2003 fue quien le armó la ingeniería electoral a Eduardo Duhalde para impulsar a Néstor Kirchner como candidato presidencial. Lo hizo, luego de consultar con José Manuel de la Sota, Carlos Rutemann y hasta con Mauricio Macri la posibilidad de querer representar al peronismo en la salida democrática del interinato posdelarruista.


Con Kirchner en el poder, el único que podía ponerlo en contacto con el peronismo territorial era él. Uno por uno le fue abriendo las puertas de los desconfiados gobernadores del partido, que todavía no sabían hasta dónde podría llegar el santacruceño importado por Duhalde para la intentona que le salió bien.

El "monje negro" del peronismo ya ha ido y vuelto varias veces por diferentes cargos ocultos de la Unidad Presidente. Se desconoce si tendrá un nuevo destino.

Fuente: MDZ