Ashlee, la madre de Glenn, invitó a 16 compañeros de su hijo el primer domingo de febrero. Ninguno confirmó su presencia, pero los padres decidieron mantener el evento en caso de que alguien apareciera a último momento. Sin embargo, nadie concurrió, según comenta la BBC de Londres.

Glenn se puso muy triste y su madre expresó su frustración en un mensaje a los 10 mil integrantes en Facebook de un grupo de la comunidad de St. Cloud, en el estado de Florida.
"Sé que suena tonto pero tengo el corazón roto por mi hijo", escribió Ashleen en la red social. Al rato, los padres de Glenn recibieron mensajes de desconocidos preguntando si podían ir a la fiesta.

Los padres se sorprendieron ante la repercusión que se generó a partir del mensaje. Es que quince niños y veinticinco adultos participaron de la fiesta. Incluso varios de los invitados llevaron varios regalos.
Pero eso no es todo. Los bomberos y la policía de la localidad se enteraron y al día siguiente, con permiso de los padres, visitaron a Glenn. 

Además de llevarle regalos, los policías y bomberos le mostraron al niño cómo manejar sus autos, camiones y motocicletas. Un helicóptero de la policía sobrevoló la casa y el piloto saludó a Glenn.

Tras ser publicada en el periódico local, la historia del cumpleaños de Glenn fue dada a conocer en varios de medios de Estados Unidos y otros países.