Otra vez el espanto sacude a Italia y a Europa. Más de 330 personas, africanos subsaharianos que huían de guerras, desempleo y miseria, murieron en el canal de Sicilia en una enésima tragedia en el mar Mediterráneo, que podría convertirse en la peor de los últimos años.

Aunque el balance del naufragio, que se conoció ayer, pero sucedió el lunes, era provisorio, el dramático número de desaparecidos evocaba la catástrofe del 3 de octubre de 2013, cuando el accidente de un pesquero a un kilómetro de la isla de Lampedusa dejó sin vida a 366 personas.

El nuevo naufragio, esta vez de cuatro embarcaciones semirrígidas, provocó arduas polémicas sobre la real eficacia de Tritón, la operación de protección de las fronteras de la Unión Europea (UE) que en noviembre pasado reemplazó a Mare Nostrum, el operativo que había puesto en marcha el ex primer ministro italiano Enrico Letta después de la tragedia de Lampedusa de 2012.

En una virtual película del horror demasiadas veces vista en Italia, la alarma comenzó a sonar el lunes con la noticia de 29 migrantes que habían muerto de frío (hipotermia) durante una travesía desde las costas de Libia. Formaban parte de un grupo de 105 que habían sido socorridos por un barco mercante y por la guardia costera italiana en medio de una tempestad, con olas de más de ocho metros, a 160 kilómetros de la costa italiana y en aguas internacionales, donde Tritón no opera.

Pero el testimonio de nueve sobrevivientes de otro naufragio ocurrido el mismo día, que llegaron ayer a la isla de Lampedusa, dejó en claro que la tragedia había sido infinitamente peor. Los sobrevivientes, que pudieron salvarse aferrándose desesperadamente a las partes rígidas del bote inflable en el que viajaban, contaron que habían partido un total de cuatro "carretas del mar", todas repletas de gente. Habrían sido aproximadamente 430 las personas que se habían embarcado en Libia para viajar hacia Italia, puerta de entrada a Europa, de las que sobrevivieron 110.

"Sobre un bote inflable estaban los 29 migrantes muertos de frío y los 76 sobrevivientes. Sobre otros dos botes, hallados vacíos, más de 210 personas, de las que fueron rescatadas nueve. Pero también se habla de la existencia de una cuarta embarcación, aún no encontrada, en la que habrían estado otras cien personas", dijo Carlotta Sami, vocera del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Unhcr).

Para ahondar el horror, los sobrevivientes también denunciaron que fueron obligados a partir, pese al mal tiempo, amenazados por los traficantes que lucran con estos viajes. "Desde hace algunas semanas éramos unos 460 hacinados en un campo cerca de Tripoli [capital de Libia] a la espera de partir.

El sábado pasado hombres armados nos trasladaron. Éramos unos 430, distribuidos en cuatro botes semirrígidos con motores de 40 caballos y una decenas de bidones de carburante", relataron dos de los sobrevivientes. Oriundos de Mali, ambos dijeron que habían pagado 650 euros por cabeza.

"Nos aseguraron que las condiciones del mar eran buenas, pero que, en todo caso, nadie podía negarse a volver atrás: nos obligaron a la fuerza a embarcarnos bajo amenaza de armas", dijeron.

La enésima tragedia reabrió el debate sobre las oleadas de inmigrantes que, en forma incesante y creciente debido a guerras en África y Medio Oriente, llegan a las costas del sur de Italia. Según datos del Ministerio del Interior italiano, pese a las condiciones climáticas invernales, sólo en enero de este año cruzaron el Mediterráneo 3528 migrantes.

Por su parte, el comisario de derechos humanos del Consejo de Europa, Nils Muiznieks, le bajó el pulgar a la operación: "Tritón no está a la altura, Europa necesita un sistema de búsqueda y rescate eficaz".

"El problema no es Mare Nostrum o Tritón", opinó el primer ministro italiano, Matteo Renzi, que señaló que el punto es resolver el problema en Libia, "donde la situación está fuera de control".

UN MAR PLAGADO DE TRAGEDIAS

Malta, 2014

Un barco proveniente de Damietta, Egipto, naufragó cerca de la isla. Murieron 500 personas y hubo nueve sobrevivientes; los migrantes venían de Siria, Palestina, Egipto y Sudán

Lampedusa, 2013

Más de 360 personas murieron y hubo 155 sobrevivientes en el naufragio. Venían de Eritrea, Somalia y Ghana, y habían partido de Misrata, en Libia

Libia, 2009

Una lancha con 250 migrantes provenientes de Egipto, Túnez, Palestina y Nigeria naufragó cerca de la costa libia; hubo sólo 21 sobrevivientes

Sicilia, 1996

Un saldo de 283 muertos dejó uno de los peores desastres; los migrantes venían de India, Sri Lanka y Paquistán, y habían partido de El Cairo