La semana pasada en Corleone, la capital de la mafia siciliana, cuna de los grandes padrinos y capi di tutti i capi Salvatore "Totó" Riina y Bernardo Provenzano, pasó algo inaudito. Por primera vez en la historia del pequeño pueblo que inspiró a Mario Puzo para su saga de El Padrino se derrumbó el muro de la omertá, el silencio mafioso.

En ese lugar enclavado en las montañas, donde corrió sangre entre hombres de honor y sus clanes, a tan sólo 56 kilómetros de Palermo, un conocido comerciante de la zona dijo "basta". Y denunció, con nombre y apellido, a los mafiosos que lo estaban extorsionando, cobrándole el pizzo(impuesto mafioso) ante las fuerzas del orden, que luego los pusieron tras las rejas.

Al margen de provocar gran clamor, la noticia de la caída, por primera vez, del muro de omertá en Corleone confirmó el dramático cambio que se ha dado en Italia en los últimos años: lejos de los estereotipos, la mafia ya no es un fenómeno del sur del país, sino que esta cada vez más arraigada en el Norte.

"Esto sucedió mientras mantienen su boca cerrada empresarios de la zonas de la Padania [centro-norte] estrangulados por la Ndrangheta y la Camorra, o estrangulados en Roma por la mafia romana. Ésta es la Italia dada vuelta, donde el silencio no es más sólo siciliano y no es más «patrimonio» de Corleone", escribió en La Repubblica Attilio Bolzoni, periodista experto en crimen organizado.

Sin contar el escándalo que estalló a fin de año con "Mafia capital", la megaoperación de los carabineros que provocó un terremoto en Roma al destapar la existencia de una "cúpula mafiosa romana" enquistada desde hace años en la administración pública, hace ya muchísimos años que los tentáculos del crimen organizado emigraron al rico norte del país. Es allí donde están los negocios de la poderosa Ndrangheta calabresa, la mafia más poderosa, que ya hace tiempo superó a la Cosa Nostra y a la Camorra napolitana.

Fiel reflejo de esto, a mediados de noviembre pasado el grupo de operaciones especiales (ROS) de los carabinieri de Milán, luego de una redada de 40 mafiosos, difundió un video en el que por primera vez en la historia pudo verse cómo es el rito de afiliación de la Ndrangheta. Algo nunca antes visto y uno de los secretos mejor guardados de la mafia. Las imágenes en cuestión fueron grabadas en un caserío en Castello di Brianza, una localidad a 35 kilómetros de Milán, en la región de Lombardía, la más rica e industrializada de Italia, nuevo feudo de la mafia.

"Nunca fueron documentados en directo los juramentos que confieren los cargos y las dotes", señaló entonces Ilda Boccassini, la fiscal de Milán que coordinó esa investigación. "Con el video, hemos escuchado «el juramento» en la voz de los propios mafiosos, algo que hasta ahora sólo conocíamos por los interrogatorios a los capos detenidos", agregó.

Que la mafia ya no es un fenómeno del Sur lo confirmó también hace unos días el flamante presidente de Italia, Sergio Mattarella, cuyo hermano, Piersanti, fue asesinado por la Cosa Nostra en 1980, siendo presidente de la región Sicilia. "Es alarmante la difusión de las mafias, antiguas y nuevas, también en áreas geográficas históricamente inmunes. Un cáncer invasivo, que destruye esperanzas, impone yugos y atropellos, pisotea derechos", dijo el martes pasado en su discurso ante el Parlamento, luego de jurar por el cargo, aludiendo evidentemente al norte de Italia.

Enzo Ciconte, docente de Historia de la Criminalidad Organizada en la Universidad Roma Tre de esta capital y autor de varios ensayos sobre la mafia, elogió lo dicho por Mattarella. "Finalmente desde el cargo más alto del Estado hay palabras claras sobre un tema que fue a sabiendas tapado, subestimado", escribió en una nota de opinión para el diario La Stampa. "En los albores de la Italia republicana se dijo que la mafia no existía en Sicilia. ¿Mafia en Sicilia? ¿Desde cuándo? La mafia, la verdadera mafia, está en Roma. Décadas más tarde, cuando en el Norte habían comenzado las primeras investigaciones antimafia, se dijo: ¿la mafia en el Norte? ¿Pero desde cuándo?", recordó Ciconte.

Para este profesor, "es necesario ir más allá de los estereotipos, ser abiertos y comprender la vastedad y la complejidad de una presencia silenciosa de las mafias y de la Ndrangheta, que tomó posesión de las áreas productivas del Norte, contaminando el tejido económico".

"Se trata de una mafia de perfil bajo, que no necesita recurrir al homicidio ni a la masacre, que sigue utilizando códigos y rituales de afiliación", agregó.

"Guste o no, ésa es la Ndrangheta que se está procesando en Piamonte, Lombardía, Liguria y en Roma", concluyó.