Once de la mañana del día anterior a nochebuena, el móvil de la radio recorre las peatonales llenas de gente que va y que viene.  Suena el teléfono del encargado del móvil de LV16 Fabián Pettenati, le avisan que una mujer se encuentra encadenada en el palacio municipal.

En un sector de Plaza Olmos, Federico Giuliani, dirigente de la CTA, aparece junto a un grupo de “trapitos”. Los medios, hasta ese momentos se encontraban pendientes del reclamo de una vecina que pedía por el cumplimiento municipal de la promesa de darle una vivienda, y por dicha razón se encadenó a las puertas del Palacio hasta recibir respuesta de Juan Jure, el intendente municipal.

El centro de atención se dirige a un nuevo foco de conflicto, al grupo de “trapitos” que ahora avanza por la plaza e ingresa al municipio. Los medios entran con ellos. La puerta se cierra.

Los lavacoches, respaldados por el gremio de la CTA, tomaron el edificio. “Acá no entra ni sale nadie, el poder lo tenemos nosotros” grita uno de ellos a todos los presentes que quedaron encerrados en el Palacio Municipal,  y que se miraban sin entender bien qué hacer. Algunos peleaban con los protestantes para que los dejaran circular con libertad.

La vecina encadenada decidió respaldar a los manifestantes encadenándose a ambas puertas de la entrada principal del Palacio, e impedir definitivamente el paso.

Luciana, la mujer encadenada señaló que la Municipalidad hace cuatro años que conocen su situación de falta de una casa y que el área Viviendas le pagó el alquiler seis meses y ahora tuvo que dejar la casa donde vivía por falta de pago.
 
Por su parte, Américo Balmaceda, director de Vivienda, negó que haya un incumplimiento del gobierno municipal.
 
El reclamo planteado por los "trapitos" exigía hablar con el intendente, para pedir el pago de una ayuda económica no cumplimentada. De acuerdo a los dichos del personal municipal, el edil no se encontraba en el recinto. 

“Hasta que no venga el intendente no se va nadie” le dijo uno de ellos a Fabián Pettenati, y aseguró que tras hablar con el secretario de Gobierno, Guillermo Aón, no se obtuvieron las respuestas que ellos esperaban del municipio, que aparentemente habría cumplido en gran parte lo prometido en la mesa de negociación. 




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