El principado de Mónaco ya tiene un heredero. El príncipe Alberto II de Mónaco y su esposa, Charlene, anunciaron ayer a través de un comunicado oficial el nacimiento de sus hijos mellizos, la princesa Gabriella y el príncipe heredero Jacques.

Los mellizos nacieron con dos minutos de diferencia: primero Gabriella Thérése Marie (17.04, hora local) y luego Jacques Honoré Rainier.

Aunque nació después que su hermana, Jacques tiene prioridad en el orden de sucesión por ser varón.

Dos horas después del nacimiento, 42 cañonazos sonaron en el principado para anunciar a los monegascos la buena noticia, 21 por cada bebe. Luego sonaron campanadas, y las sirenas de los buques anclados en puerto también se hicieron oír.

El nacimiento se produjo en el hospital Princesa Grace de Mónaco, informó la cadena France 2.

Charlene, de 36 años, ingresó a primera hora de la mañana en el hospital, dos semanas antes de la fecha inicialmente programada.

El varón ostentará el título de marqués de Baux, y la pequeña, segunda en la línea de sucesión, recibirá el título de condesa de Carladès, según especificó el comunicado oficial.

Sin dudas es un excelente acontecimiento para la familia real, que celebrará en 2015 además el nacimiento del segundo hijo de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, y la boda de Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, prevista para el 20 de abril próximo.

El que no haya antecedentes de mellizos en las familias de los príncipes hace pensar que Charlene se ha sometido a un tratamiento de fertilidad.

La princesa llevaba tres años de casada y no había quedado embarazada, algo que la pareja deseaba para así consolidar la línea de sucesión.

Con este matrimonio "se abre una nueva página en la historia del Principado", afirmó entonces Alberto II, que el pasado 14 de marzo cumplió 56 años, y que tiene ya otros dos hijos ilegítimos, fruto de relaciones anteriores. Este hecho los aparta de la línea de sucesión.

Desde el mismo día en que se anunció el compromiso de la pareja se habló de que la unión tenía más que ver con las obligaciones de Alberto de tener un heredero que con otra cosa.

La boda entre Alberto y Charlene tuvo lugar en julio de 2011, en una ceremonia civil y otra religiosa, que selló cinco años de noviazgo.

Días antes de que se celebrara hubo rumores de que la novia, supuestamente, estuvo a punto de escapar.

Incluso el diario británico The Sunday Times sostuvo que el matrimonio del príncipe había sido arreglado. El artículo titulado "La maldición de los Grimaldi", además de hablar sobre la fuga frustrada de Charlene, añade que Alberto había aceptado casarse a cambio de dinero. El príncipe demandó luego a la publicación.

Cuatro meses después, la pareja negó en una entrevista con la cadena norteamericana NBC los rumores de crisis. "Nunca fui una novia fugitiva", dijo Charlene, y sostuvo que era mentira que la habían convencido de que no abordara un helicóptero que la llevaría a Niza horas antes de la boda.

Superados los rumores de la boda llegaron otros. En Mónaco se empezó a cuestionar que luego de tres años de matrimonio la pareja no tuviera hijos.

"Creo que necesité un poco de tiempo para instalarme y adaptarme. No me pongo ninguna presión. Llegará cuando tenga que llegar", señaló la princesa en relación con su eventual maternidad en una entrevista concedida en mayo pasado al periódico Sunday World.

Charlene aseguraba entonces que en estos primeros años después de su matrimonio se centraron en hacerse a su nuevo rol y en promover su fundación humanitaria, pero decía ya estar preparada para ser madre.



Informe 16/LV16.com