“Río Cuarto tiene todo y espero que no crezca tanto”,  esto lo dijo el señor Intendente Juan Jure en el día de la ciudad, en  LV16 Radio Río Cuarto, y respetuosamente, me permito disentir con el acto fallido del Señor Intendente,  ya que las ciudades de servicios como la nuestra, pagan sueldos más bajos que las ciudades industriales, por ello, desde hace  años los  hijos de la ciudad deben migrar por sueldos dignos a ciudades industrializadas.  Por ello es que Río Cuarto, en defensa propia, debe convertirse en una ciudad industrial.
Esta, mi ciudad, su ciudad, es hermosa para vivir, tiene todo, tiene el tamaño ideal, con casi todos los servicios de las mega ciudades y sin el salvajismo de las mismas, por ello comparto su criterio de que vivimos en una ciudad linda para habitar y trasladarse, donde los recorridos son cortos, pero de allí a que no crezca hay una profunda diferencia filosófica.
Podría hacer una lista de las familias  de la ciudad  con hijos que debieron migrar por falta de oportunidades económicas en la ciudad, técnicos, universitarios,  torneros matriceros, ingenieros, químicos, médicos, docentes, contadores, agrimensores, etcétera, infinidad de ellos que  no pudieron permanecer en la ciudad que los vio  nacer, no pudieron ver envejecer sus padres, debieron migrar porque su ciudad históricamente corrió a las industrias y al crecimiento que ellas generan.  
La casta rentística que gobierna la ciudad desde hace cincuenta años tiene una desidia gorila hacia la industrialización de la ciudad,  corrió  a las industrias al no instalar el gas en el parque industrial a pesar de haber recibido el subsidio de la provincia para ello, corrió a las industrias permitiendo  la especulación inmobiliaria con los terrenos del parque industrial y corrió a las industrias desatendiendo emprendedores.
Su gobierno va en igual sentido, otorga al desarrollo industrial un  monto risible de  presupuesto, que sólo alcanza para pagar sueldos de planificadores y futurólogos que confeccionan manuales de buenas intenciones que nunca se verán en la realidad.
Quienes  están asegurados económicamente, razonan con esta mentalidad rentística  tendiente a que la ciudad no crezca, impropia de la época en que vivimos y de los radicales progresistas a los que usted  dice pertenecer, esa mentalidad es  la que nos  generó enanismo industrial y elefantismo estatal, es la mentalidad de las familias conservadoras que confunden acción social con apología de la pobreza, porque sin desarrollo industrial, la acción social consolida la pobreza estructural y se convierte en apología de la pobreza y clientelismo político.   
Todos los riocuartenses que se levantan día a día para ganarse un  mango, Señor Intendente, disienten con usted, quieren que Río Cuarto crezca, quieren que crezca mucho, porque así tendrán más oportunidades de conseguir trabajo, aunque la ciudad se llene de vecinos de mameluco azul,  aunque generen problemas de tránsito,  queremos que Río Cuarto crezca y  mucho, para que nuestros hijos no se vayan.   
Aroldo Argüello
Abogado – Tribuno de Cuentas de la Municipalidad de Río Cuarto