La temperatura de la superficie de los océanos y el suelo fue la más alta en el mundo.
Septiembre fue el mes más caliente en el planeta, tanto en el suelo como en la superficie de los océanos, desde que comenzó a realizarse este registro, en 1880, según lo informó ayer la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por su sigla en inglés). "Es, también, el 38° septiembre consecutivo con una temperatura mundial por encima del promedio del siglo XX", se indicó a través de un comunicado.
Al combinar los promedios de las temperaturas registradas en la tierra y la superficie de los océanos, los científicos observaron que septiembre de este año alcanzó un récord de 15° 72, es decir, 0° 72 por encima del valor promedio del siglo XX. "Excepto febrero, todos los meses de 2014 fueron los más calientes que se hayan registrado. Mayo, junio, agosto y septiembre fueron los más calurosos de todos", precisó la NOAA en el informe difundido. La última vez que la temperatura de septiembre estuvo por debajo de la media mundial fue en 1976.
El mes pasado, las temperaturas de la mayoría de los suelos del planeta fueron más cálidas que lo normal, menos en Rusia central, algunas áreas del este y el norte de Canadá y una pequeña zona en Namibia. En cambio, "el récord de calor fue muy notorio en el noroeste de África, las áreas costeras de América del Sur, Australia sudoccidental, Medio Oriente y regiones del sudeste asiático".
La temperatura mundial de la superficie oceánica estuvo 0° 66 por encima del registro promedio del siglo XX, una cifra récord para septiembre. La NOAA señaló que este aumento de la temperatura se observó en todos los océanos, principalmente en la zona ecuatorial del Pacífico.
Antes de la conferencia anual de la ONU sobre el clima, que se realizará en Lima en diciembre, los delegados de los 195 Estados miembros comenzaron a deliberar ayer en Bonn, Alemania, para avanzar en el acuerdo por firmarse el año que viene en París. La ONU aspira a reducir el aumento de la temperatura global a 2°C por encima de los valores preindustriales.
Si eso no ocurre, los científicos especializados en cambio climático adelantan que las consecuencias serán muy costosas y dramáticas. Advierten que si no se revierte la tendencia en la emisión de gases de efecto invernadero, las temperaturas globales se duplicarán hacia fines de siglo.