“En Rio Cuarto, a lo largo de éstos años, sigue habiendo causas que no se han podido resolver. Hablo de Nora Dalmasso, de Nicolás Sabena. Tenemos que darnos cuenta de que tenemos una justicia que no encuentra a los culpables.” Dijo Francisco Muzzio, hijo de una de las victimas del atraco al Banco Popular Financiero, en diálogo con LV16.
16 de septiembre de 1987. Rubén Bianco, Ángel Angelini, Víctor Meynet, Ricardo Ferreira y Alejandro Muzzio se levantaron como cada día, despidieron a sus familias y se fueron a trabajar sin saber que jamás regresarían.
La jornada de trabajo en el banco comenzó como cualquiera, pero tomó un giro inesperado cuando, a las 7 am, siete empleados del banco fueron encadenados y acribillados. El atraco duró tan solo 45 minutos. ¿El precio de sus vidas? 50.000 australes.
27 años han pasado desde la llamada “Masacre de Río Cuarto”. 27 años que aún dejan cabos sueltos, memorias sin justicia y culpables en libertad.
Los delincuentes se conocen: Miguel Ángel Salinas, su esposa María Rosa Bogni, Francisco “Pancho” Nievas y Juan Carlos “Garganta” Lucero.
Salinas, quien había sido condenado a cadena perpetua, fue liberado. Muzzio comentó que no solo que aún se encuentra impune, sino que también vive cerca de su actual domicilio en la ciudad de Córdoba.
“Ya no hay mucho que hacer, la justicia ya hizo lo poco que hizo” reflexionó Muzzio. Él tenía tan solo once meses cuando perdió a su padre en el asalto. Su abuelo, fue uno de los principales luchadores para intentar ajusticiar la memoria de Alejandro. Sus esfuerzos no dieron fruto.
“Estos recordatorios tienen que servir para que la justicia mejore” expresó Muzzio.
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