La mejor defensa es un buen ataque, afirman los estrategas militares. En plena campaña para salvar su reelección en los comicios del 5 de octubre, ése es el plan que sigue la presidenta brasileña, Dilma Rousseff. Según las últimas encuestas, logró recuperar terreno perdido, con la ayuda de un sorpresivo repunte económico, frente a la popular ecologista Marina Silva, la principal amenaza al duradero poder del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).

Rousseff obtendría el 39% de los votos en la primera vuelta electoral, seguida por Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB), con el 31%; en un distante y estancado tercer lugar, con el 15%, está el senador Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), según un sondeo de Ibope divulgado ayer. Sin embargo, en el ballottage del 26 de octubre, la ambientalista lograría el 43% de los sufragios frente al 42% de la actual mandataria.

Son buenas noticias para el PT, a las que ayer se sumó otra más incluso que podría favorecer en octubre a la presidenta: en julio, la economía creció sorpresivamente un 1,5%, según el Banco Central.

Hace apenas una semana, Rousseff contaba con el 37% contra el 33% de Silva en primera vuelta, y la ventaja de la ecologista frente a la mandataria en segunda vuelta era de 7 puntos porcentuales, 46% versus 39%.

El análisis de Ibope confirmó los datos de otras dos encuestas reveladas esta semana. Según Datafolha, en el ballottage que ya se prevé ocurrirá entre ambas ex miembros del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, la antigua encargada de Medio Ambiente cosecharía el 47%, mientras que la ex ministra de Minas y Energía y ex jefa de gabinete sumaría 43% de los votos.

En tanto, para Vox Populi, en la segunda vuelta Marina obtendría el 42% de los votos frente al 41% de Rousseff. Todo indica que la contienda se definirá en una lucha cuerpo a cuerpo entre las dos mujeres en el terreno del empate técnico.

"Al menos por ahora, la feroz ofensiva del PT contra Marina está surtiendo efecto. Habrá que esperar a ver si en la recta final la campaña del miedo de Dilma no le juega en contra", alertó a la nacion David Fleischer, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Brasilia, quien recordó que, en 2002, una campaña similar del PSDB contra Lula terminó por asegurarle al ex líder sindical su histórico triunfo.

La estrategia actual del PT gira entorno a advertir al electorado sobre los peligros de una victoria de Marina, caracterizada como una política-símbolo, falta de experiencia ejecutiva y con más sueños que práctica en el ejercicio del poder.

Debido a sus propuestas de garantizar la autonomía del Banco Central y de acabar con la amplia paleta de subsidios instalada por los gobiernos del PT, a Marina se la acusa de querer acabar con programas sociales como el Bolsa Familia, Mi Casa, Mi Vida, Más Médicos; de buscar detener la explotación petrolera en la capa del presal, y de tener políticas económicas que crearían más desempleo.

ESTRATEGIA

"Cuando se desespera, el PT se vuelve terrorista. Es de lo más sucio. Eso es política de extrema derecha", se quejó el coordinador general de la campaña de Silva, Walter Feldman.

Confiada en su conocimiento de las reglas del juego, la presidenta brasileña se expresó ayer sin remordimientos sobre la estrategia que sigue.

"Todo lo que discutimos acerca de Aécio y Marina es sobre lo que ellos hicieron o hablaron. Es muy peligrosa la victimización. No estamos atacando personalmente, hasta porque Marina está bien intencionada", dijo Dilma, en un encuentro, en el diario O Globo.

Lo cierto es que, con un mayor espacio de propaganda televisiva gratuita (distribuida en función al tamaño de la bancada de cada partido en el Congreso), el PT tiene más del doble de tiempo que sus dos principales rivales. Y los "rumores", según Silva, pegan en una parte del electorado.

"No es una lucha de Goliat contra David. Es un batallón de Goliats contra David", señaló Silva, quien estos días intentó machacar -sin mucho éxito- la responsabilidad del gobierno en el más reciente escándalo de corrupción dentro de Petrobras.

Según publicó la prensa la semana pasada, el ex director de Abastecimiento de la petrolera estatal, Paulo Roberto Costa, detenido desde principios de año, llegó a un acuerdo con la Policía Federal para revelar los nombres de funcionarios y políticos involucrados en un gran esquema de sobornos a cambio de contratos con la compañía. Aunque no se sabe la identidad de los acusados, se sospecha que varios son de las filas del PT y sus aliados.

Ante la posibilidad de que su campaña por la reelección se vea salpicada por estas denuncias, Rousseff apartó esta semana a sus dos coordinadores nacionales: Rui Falcão, presidente del PT, y a su ex jefe de gabinete, Giles Azevedo -ambos muy cercanos al tesorero del partido, João Vaccari-, y los sustituyó por el ministro de Desarrollo Agrario, Miguel Rossetto. Más vale prevenir que curar...

EN LA ECONOMÍA, UN REPUNTE TRAS LA CAÍDA

Luego del tropezón que significó para el gobierno la confirmación de que Brasil estaba en recesión técnica por haber sufrido dos trimestres de crecimiento negativo este año (-0,2 entre enero y marzo, y -0,6 entre abril y junio), ayer el Banco Central le dio una buena noticia a su campaña por la reelección. Según su índice de actividad económica, en julio se recuperó con fuerza: 1,5 por ciento.
No se trata de la cifra oficial de crecimiento del PBI, que será divulgada más adelante, pero por lo menos el indicador que sirve como medida previa demostró una expansión mucho mayor que la pronosticada por el mercado, que se situaba alrededor del 0,8%. El gobierno atribuyó en parte la baja actividad en el primer semestre a la gran cantidad de feriados que hubo por causa del Mundial de fútbol, que terminó el 13 de julio, además de la situación económica mundial.

Fuente: lanacion.com.ar