El 9 de julio de 1816  los representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata reunidos en Tucumán,  declaraban  nuestra Independencia  de  España y de toda otra potencia extranjera.
El Acta de la Independencia se redactó en español, quechua y aimara, ya que el 90% de la población era aborigen (tengo las copias), en esa declaración hubo  representantes de la mayoría de las  provincias argentinas y de  Mizque,  Charcas  y  Chichas (incluía Tarija)  de la actual Bolivia.
Así como lo lee, en nuestra declaración de la independencia hubo hermanos bolivianos. Asimismo en los ADN de los usuarios de los hospitales públicos hay un altísimo  porcentaje de usuarios que tienen ADN aborigen y esa es  la realidad, le guste a quien le guste,  como que nuestro primer presidente fue un descendiente de  mulatos que se molestaba cuando le decían “el mulato Rivadavia”. Señores,  Argentina es multiétnica, MERCOSUR es multiétnico y plurinacional.
Muchas regiones de América quisieron estar ese 9 de julio de 1816 pero no pudieron, la inteligencia de la Corona Británica nos dividió, nos enfrentó, nos desangró en guerras fratricidas para vendernos armas y endeudarnos, para vendernos sus productos y desindustrializarnos y hoy todavía pagamos las consecuencias. El destino era  el soñado por San Martín y Bolívar,  una América Latina unida;  así perdimos para la unidad a la hoy Bolivia, Paraguay, Perú y  Uruguay.  En esa época no pudimos lograr la unidad social – la geográfica siempre la tuvimos -  hoy lo estamos logrando de a poco, con mucho esfuerzo.  
A la fecha tenemos chilenos en el sur argentino, uruguayos,  cubanos, colombianos, paraguayos y africanos en la Capital Federal,  en toda Argentina  tenemos migraciones internas, en todo el país se radican  bolivianos y en Santa Cruz de la Sierra – Bolivia, se radican argentinos.  En   nuestra querida universidad vemos formándose jóvenes de varias regiones de la patria grande Latinoamérica y ese es nuestro destino histórico,  la integración.  La integración traerá beneficios y problemas, pero divididos ya estuvimos y nos fue muy mal.
En razón de ello se creó la UNASUR y el MERCOSUR, el Mercado Común del Sur, una patria más grande que la patria Argentina. En 2012 Bolivia firmó su incorporación al MERCOSUR, que es una  etapa superadora de la vieja división latinoamericana, juntos Argentina, Brasil,  Paraguay,  Chile, Perú, Uruguay  y Bolivia, acordamos la libre circulación y radicación de las personas en igualdad de condiciones, esa nueva realidad se llama MERCOSUR y usted, quien escribe y los hermanos bolivianos tenemos un DNI que dice que pertenecemos al MERCOSUR.
En cuanto al conflicto local desatado en Barrio Las Delicias, creo que el de Río Cuarto es el único de  Argentina,  con  mociones públicas de alejamientos de familias  de origen boliviano  y violencia social al cual repudio,  y que nos deben llevar a reflexionar qué nos sucede como sociedad que llegamos a estos puntos donde la discriminación y la agresión vuelven al otro en enemigo.  
La inversión local en acción social en la ciudad supera el millón y medio de pesos mensuales, medio millón más para alimentos, otro tanto para  contención, garrafas, decenas de agentes públicos  y  a pesar de ello no se previno  el conflicto en Las Delicias.
El barrio  a la fecha  carece de  riego en forma, carece de cloacas -con la napa a escasos metros-, carece de cordón  cuneta, de instituciones deportivas y sociales  y  parece que no tiene quien lo escuche. Si a ello le sumamos hechos de violencia, se dispara el  estallido social.
Ocurrido un homicidio, llevó a un sector de  vecinos a pedir que los inmigrantes  se alejen, cosa que es contraria a derecho y se debe garantizar la seguridad del sector. Es un problema social complejo que hay que empezar a solucionar.  
Son muchos los aspectos a tener en cuenta al momento de encarar la solución del conflicto, uno no menor es el  analizar que a  la fecha los terrenos disponibles en el mercado inmobiliario en los barrios de trabajadores tienen un precio inaccesible, artificialmente alto y que afecta la paz social.
La oferta de  loteos municipales  por cantidad y demora de implementación no logró bajar el precios de mercado y creo que hay que pensar urgente en comprar dentro del radio urbano una propiedad para  lotearla, sortear los adjudicatarios y  vender en cuotas accesibles esos lotes a las miles de parejas que quieren comprar un terreno y hoy no pueden. No me cabe duda que en ese nuevo loteo convivirán pacíficamente laboriosos y ahorrativos inmigrantes bolivianos y vecinos de la ciudad, como viven sin problemas en otros barrios.  A ese ese loteo  habrá que  dotarlo de un dispensario y de  oferta educativa.
No tengo dudas que bajando el precio de los terrenos a valores razonables, haciendo obra pública en el barrio  y escuchando a los vecinos,  comenzaremos a descomprimir el conflicto.
Como revisor de cuentas del municipio le puedo asegurar que tenemos los fondos para ordenar el problema de tierras y hábitat en la ciudad.  Hoy está en cada uno llevar acciones pacíficas para que nos encontremos como pares y mercosureños, sin distinciones de ningún tipo.


Aroldo Argüello
Abogado – Tribunal de Cuenta de la Municipalidad de Río Cuarto