La jueza federal María Servini de Cubría no se va con vueltas. Tras pedir a la Casa de Gobierno información sobre los dueños de números de teléfono desde donde se realizaron llamadas a personas investigadas por tráfico de efedrina, advirtió que si no le dan esos datos allanará la Casa Rosada. Y subrayó: "Tenemos entrecruzamientos de algunas llamadas de la Casa Rosada con algunos narcos".
 
"Le damos un tiempo; si no contestan, volvemos a reiterar; y si no contestan, vamos a allanar. Todo puede llevar un mes", dijo en una entrevista a Radio Mitre.
 
Servini de Cubría procesó al ex titular de la Sedronar José Granero y a funcionarios a su cargo, al acusarlos de participar en la venta de efedrina usada por los carteles de la droga para elaborar drogas sintéticas. La jueza descubrió comunicaciones con empresarios farmacéuticos que pedían autorización a la secretaría antidrogas para importar miles de kilos de efedrina y de inmediato llamadas de esa secretaría hacia o desde la Casa Rosada.
 
Por eso es que la jueza envió un oficio dirigido al secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, para que le informe cuáles son los funcionarios o empleados con los cuales se comunicaron desde la Sedronar, y a quiénes pertenecen esos internos directos de la Casa Militar. Hace un mes, Parrilli firmó un comunicado en el que intentó despegar a la Casa Rosada de esas operaciones.
 
Ayer dijo a la agencia Télam que recibieron el oficio de Servini y que lo responderán "en el plazo legal correspondiente al caso".
 
Servini de Cubría investiga a Miguel Zacarías, ex secretario privado de Granero, que aparece en triangulaciones de comunicaciones con la Casa Rosada y con los drogueros. Zacarías tiene tres hermanos investigados: Máximo Rito Zacarías es ex empleado del PAMI y se interesó por la compra de 1000 kilos de efedrina; Rubén Zacarías es un ex jefe de Protocolo de la Casa Rosada, y Luis Zacarías es un empleado de la secretaría privada de Presidencia.
 
En el fallo en que el que procesó a Granero, Servini de Cubría dio datos que complican a Miguel Zacarías y al ex titular de la Sedronar. Por ejemplo, cuando allanaron a Augusto Abraham, un empresario condenado ayer a 11 años de prisión por tráfico de efedrina (ver aparte), encontraron una tarjeta personal de Granero y en el reverso el número celular de Zacarías escrito a mano.
 
Granero también recibió a Abraham en dos ocasiones. Además, Abraham era pareja de Sandra Oyarzábal, ex asesora de Granero en la Sedronar y luego empleada de la farmacéutica de su novio. Además los teléfonos complican a Miguel Zacarías: el día en que un empresario pidió permiso para importar 2000 kilos de efedrina, Zacarías recibió una llamada del Servicio de Comunicaciones de la Casa Militar y más tarde una llamada de Presidencia de la Nación.
 
Al día siguiente, cuando se retiraron los certificados de importación, nuevamente Zacarías recibió llamadas telefónicas del Servicio de Comunicaciones de la Casa Militar y más tarde de Presidencia de la Nación. Esta mecánica se repitió una decena de veces hasta con certificados por 4000 kilos de efedrina. "Nosotros tenemos entrecruzamientos de algunas llamadas de la Casa Rosada con algunos narcos. Entonces ésos son los teléfonos que queremos saber quiénes los usaban", dijo la jueza.
 
Cuando le pidieron explicaciones sobre lo de los "narcos" aclaró que se refería a "algunas personas que trabajaban en Sedronar y Zacarías". Para Servini, "el narcotráfico tiene que tener un apoyo de adentro y también apoyo de alguna fuerza de seguridad", y señaló: "Es muy difícil investigar porque hay presiones de todos lados". "Hay amenazas, los abogados se enloquecen, pero no he tenido problemas con la política", sostuvo. Según explicó, esta denuncia se dividió en varias causas y por eso se hace "difícil" la investigación.
 
 
 
 


Fuente: lanacion.com. ar