"El Papa también tiene una familia. Éramos cinco hermanos y tengo 16 sobrinos. Uno se encuentra muy grave. Su mujer y dos de sus niños fallecieron. Agradezco mucho por los pésames." Con estas palabras, el papa Francisco agradeció ayer en el Vaticano los mensajes de condolencias y las muestras de cariño recibidas por el accidente vial que protagonizó su sobrino Emanuel Bergoglio, que permanece muy grave, y en el que murieron su sobrina política y los dos hijos del matrimonio.

Su Santidad se refirió a la tragedia que enluta a su familia durante la audiencia pública en el Vaticano, en la que recibió a directivos de San Lorenzo y tuvo en sus manos la anhelada Copa Libertadores que ese club de fútbol porteño conquistó por primera vez en sus 106 años de trayectoria.

Ayer, la presidenta Cristina Kirchner llamó por teléfono a Francisco y le manifestó en su nombre y en el del pueblo argentino su pésame por el "grave luto que ha golpeado a su familia", según difundieron voceros vaticanos.

La Conferencia Episcopal Argentina, presidida por monseñor José María Arancedo, le expresó a Francisco su "cercanía y afecto" ante la tragedia familiar. En una carta de condolencias enviada al Vaticano, la Iglesia en nombre de los obispos argentinos ofreció sus oraciones por el Papa, "por toda la familia y especialmente por Emanuel, por su restablecimiento y fortaleza espiritual". Y añadió: "A pesar de la distancia física, pueda sentir la cercanía y el abrazo fraternal de los obispos unidos a la oración de todo el pueblo argentino por su persona y ministerio".

El gobierno y los obispos de Paraguay también le enviaron sus condolencias al Papa y ofrecieron sus oraciones para que se restablezca Emanuel Bergoglio, que anteayer fue operado por segunda vez.

Emanuel Bergoglio y su familia se accidentaron en la autopista Córdoba-Rosario, a la altura de James Craik, en el carril de regreso a Buenos Aires. Los familiares de Francisco habían viajado a Córdoba durante el fin de semana largo para que uno de los abuelos conociera a José, de 8 meses.

En la madrugada de anteayer, el vehículo Chevrolet Spin que trasladaba a la familia Bergoglio de regreso al hogar chocó contra la parte de atrás de un camión de transporte de maíz. Como consecuencia del impacto, la esposa de Bergoglio, Valeria Carmona, y el pequeño José murieron en el lugar. Antonio, de dos años, y su padre fueron trasladados al hospital Pasteur de Villa María, donde el menor murió dos horas más tarde a pesar de los esfuerzos de los médicos.

El sobrino del Papa fue intervenido quirúrgicamente en dos oportunidades: muy poco después de ingresar en el hospital, cuando se le extirpó el bazo, y durante la tarde de anteayer cuando presentó un resangrado abdominal.

El jefe del servicio de terapia intensiva del hospital Pasteur, doctor Luciano Caponcelli, informó ayer a Cadena 3 el estado de salud de Bergoglio: "Ha tenido un nuevo resangrado abdominal, lo que motivó una reintervención para explorarlo, donde se objetivó un pequeño vaso sanguíneo. Se solucionó ese problema y se realizó el tratamiento de empaquetamiento de hígado". Confirmó que permanece "en coma farmacológico, conectado a un respirador con soporte hemodinámico" y que así seguirá "hasta una nueva intervención".

Sobre la situación, también habló el ministro de Salud de Córdoba, Francisco Fortuna, quien afirmó que "no es necesario" que el sobrino del Papa sea traslado a otro hospital para su atención.

Ayer, la fiscal Mónica Biandrate, de la localidad de Oliva, a cargo de la investigación, imputó por "homicidio culposo agravado" a Raúl Pombo, el conductor del camión Ford Cargo contra el que chocó el automóvil de la familia Bergoglio.

La calificación del delito que se le imputa a Raúl Pombo, que es excarcelable, se debe a la "cantidad de víctimas" del accidente, según explicó la fiscal de Oliva.

Biandrate informó, además, que se realizan los peritajes para determinar cómo sucedió el accidente. Pocas horas después de la tragedia, Raúl Pombo había contado a la prensa que sintió un golpe y que miró por el espejo retrovisor y no vio nada. Se detuvo 200 metros más adelante y vio que un auto estaba incrustado en la parte trasera del camión.

La Nación