El brote del virus del Ébola, enfermedad para la cual aún no existe unamedicina efectiva aprobada por autoridades sanitarias, que comenzó en marzo en África occidental abrió un debate ético en el mundo de la medicina.

En la sede de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra se celebró ayer una teleconferencia entre expertos y representantes de los países afectados centrada en las cuestiones de ética médica para definir una posición ante los llamados urgentes a utilizar medicamentos experimentales para tratar de salvar a las personas infectadas.

La cuestión tomó gran relevancia cuando trascendió que un religioso español y dos empleados de una ONG norteamericana que contrajeron el Ébola en Liberia fueron repatriados y recibieron el fármaco ZMapp, que produjo resultados primarios positivos. A partir de entonces se multiplicaron los llamados para que se utilice el medicamento pese a que nunca se había probado en el hombre.

Ayer, la presidenta de Liberia, Ellen Johson-Sirleaf, fue una de las voces que reclamaron a Estados Unidos que ponga a disposición el medicamento experimental.

La presidenta dijo que el acceso a esta medicina contribuiría a combatir el Ébola y a dar esperanza a una población golpeada por el virus.

"Sabemos que la medicina les fue administrada a norteamericanos que contrajeron la enfermedad aquí y, por lo tanto, sería bienvenida", aseveró Johson-Sirleaf.

Ésta es la encrucijada moral a la que el debate en la OMS trata de dar respuesta. La subdirectora general del organismo que pertenece a la ONU, Marie-Paule Kieny, dijo: "Este brote nos plantea una situación poco habitual. Estamos ante una enfermedad con una alta tasa de mortalidad y para la que no disponemos de tratamiento ni vacunas de eficacia y seguridad demostradas".

"¿Es ético utilizar medicamentos no autorizados y, si es el caso, qué criterios debemos definir, en qué condiciones se debe administrar este tratamiento y quién debe ser tratado?", se preguntó Kieny.

A esta reunión de ayer, convocada con carácter de urgencia, le seguirá otra más amplia que explorará las diferentes pistas de tratamiento que actualmente son objeto de investigación, así como los medios para acelerar su desarrollo, precisó la subdirectora.

Por otra parte, el responsable del área de vacunas de la OMS, Jean-Marie Okwo Bélé, señaló este fin de semana que una vacuna para prevenir el Ébola podría estar lista en 2015, si se cumplen los plazos de esta organización y de las farmacéuticas.

Okwo Bélé explicó que para que eso suceda se podrán aplicar procesos de urgencia, lo que permitiría empezar los ensayos el próximo mes y contar con resultados a finales del año. Si éstos resultan convincentes, se podrá pasar a la segunda fase de ensayo a comienzos de 2015.

Mientras tanto, la epidemia actual, la más grave desde que se descubrió el virus del Ébola, en 1976, ya dejó cerca de 1000 muertos y sigue propagándose.

Nigeria, el país más poblado de África, informó ayer un nuevo caso de Ébola, lo que eleva a diez el número de personas infectadas con este virus en el país. En total, son dos las personas que murieron en Nigeria a causa de la enfermedad.

Mientras que Ruanda, país en el que hasta ahora no se habían registrado casos de infectados, anunció anteayer que puso en aislamiento a un estudiante alemán que presenta síntomas del virus.

PRECAUCIONES EN LA ARGENTINA

El viceministro de Salud argentino, Jaime Lazovski, encabezó ayer junto a representantes del Gobierno y de organismos internacionales una reunión para revisar las acciones oficiales previstas ante la eventual aparición de casos de Ébola en el país, luego de que la OMS declarara la "emergencia pública sanitaria internacional". (Agencias)