Las abuelas vivieron horas intensas desde que supieron que habían encontrado a Guido. Es, en parte, el nieto de todas. Para estas mujeres de entre 70 y 95 años, que todavía se mantienen activas en la sede de Virrey Cevallos al 500, el nieto de Estela de Carlotto renovó su ilusión.

Durante la jornada de ayer, el teléfono de Abuelas de Plaza de Mayo no paró de sonar, y entre las integrantes de la entidad se reavivó la expectativa de encontrar a los nietos que faltan.

"Un día común se reciben en el área de presentación espontánea 15 consultas de personas que dudan sobre su identidad. Con una campaña de difusión, ese número puede llegar a 50. Ayer, luego de la restitución del nieto de Estela, se recibieron 300. Y estamos hablando sólo del primer día después de la noticia", informaron a LA NACION desde la entidad.

Aunque hay muchas mujeres que integran la institución, sólo unas diez abuelas todavía van a trabajar diariamente a las oficinas. Algunas fallecieron en los últimos años y otras ya no pueden asistir y les dejaron el legado a familiares.



"Anoche no pude dormir. Como cada vez que aparece un nieto, se reaviva la esperanza, una llama que igual siempre está viva", manifestó a este medio Raquel Radio de Marizarrena, prosecretaria de la entidad. "Noticias como ésta nos agregan años de vida y renuevan la ilusión", agregó conmovida la mujer, encargada de los recortes de diarios con notas vinculadas a Abuelas. Ayer tuvo mucho trabajo.

La aparición de un nuevo nieto, según explican en la institución, suele ser la mejor campaña para la búsqueda de nietos. Guido, tan esperado y simbólico, motivó, desde las primeras horas de ayer, a decenas de personas a querer hacerse análisis genéticos.

"Es la mejor difusión que existe. Sucede cada vez que aparece un nieto, y en este caso, mucho más por la repercusión. Ayer no paramos de atender llamadas, entre las personas que dudan de su identidad, otras con información sombre posibles nietos restituidos, la prensa y amigos conmovidos que quieren saludar", describieron desde Abuelas.

Desde la institución explicaron a este medio que el caso de Ignacio Hurban, quien semanas atrás se contactó voluntariamente con la sede de Abuelas y anteayer supo que es el nieto de Estela de Carlotto, no es el más usual. "Es el quinto caso en ocho años que se resuelve por la presentación espontánea de la persona", indicaron.

Por eso, hoy en Abuelas de Plaza de Mayo celebran que la aparición de Guido (como lo había llamado Laura Carlotto cuando nació en cautiverio) genere conciencia.

El Trámite

Cuando una persona contacta a Abuelas debe asistir a una entrevista personal para corroborar si hay elementos para continuar con los estudios. Luego, se abre un legajo en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), donde se continúa la búsqueda de documentación y se procede a los exámenes genéticos.

"Muchas veces los nietos no saben que no son hijos biológicos de sus padres. Por eso, es muy importante que si alguien de su entorno sabe algo, se lo transmita, para poder motivar la búsqueda", resaltaron desde la institución.

Con el hallazgo de Guido, Abuelas de Plaza de Mayo encontró ya 114 nietos hijos de desaparecidos o asesinados durante la última dictadura, nacidos en cautiverio. Aún resta hallar unos 400 niños más que tienen contabilizados en Abuelas, según explicaron en la entidad.(LANACION)