Hoy comienza el torneo anual de golf organizado por la PGA americana como parte del PGA Tour. Este campeonato es uno de los llamados majors en el golf, y es el último de los majors que se juegan cada año.

Woods causó sensación el miércoles, simplemente al llegar en su camioneta plateada al aparcamiento del campo Valhalla. Jamás ha arribado tan tarde para un major. Sólo contó con nueve hoyos de práctica en Valhalla, algo que no se veía desde que el astro conquistó el PGA Championship en 2000.

Al menos, tiene posibilidades de jugar. Eso estuvo en duda desde el domingo, cuando Woods se retiró de la última ronda del Bridgestone Invitational por un dolor de espalda que volvió desafiante incluso la tarea de quitarse los zapatos de golf.

El golfista dijo que sufrió un pellizco en un nervio, pero que el problema no tuvo relación alguna con la cirugía de espalda que se le practicó el 31 de mayo y que lo dejó fuera de los campos durante tres meses.

La llegada de Woods infundió algo de vitalidad a lo que había sido una semana ordinaria. Decenas de cámaras le apuntaron cuando se ponía el calzado con facilidad dentro de su vehículo.

Una ovación lo recibió en el campo de prácticas, y la multitud se arremolinó de seis en fondo para mirarlo en el primer hoyo. Esa escena recordó la observada hace seis años, cuando se disputó la Ryder Cup en Valhalla.

Woods saldrá hoy junto con Phill Mickelson y Padraig Harrington. Respondió parcamente "sí" cuando se le preguntó si esperaba ganar, algo que parece muy ambicioso si se considera la cirugía reciente.

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