Trabajadoras sexuales le pidieron al municipio que interceda ante la policía para que se les permita trabajar en ese sector de la ciudad.
Cinco trabajadoras sexuales se reunieron con Walter Torres, titular del área de Derechos Humanos del municipio, para plantear su inquietud ante la “acción desmedida de la fuerza policial”. “Ellas manifiestan que constantemente se sienten en una situación de persecución” dice Torres.
El trabajo sexual, dice Torres, está permitido siempre que no caiga sobre la categoría de “prostitución escandalosa”. Desde el área de Derechos Humanos se intentará llamar al diálogo con la jefatura de policía para controlar la situación.
Consultadas por Torres sobre la trata de personas, las mujeres afirmaron estar ejerciendo la actividad de forma “libre y voluntaria”, y que constituye su única fuente de ingresos para mantener a sus familias.