A pesar de que ayer cumplió el último día de reposo obligatorio, la presidenta Cristina Kirchner sigue muy afectada por elcuadro de faringolaringitis y todavía no recuperó la voz en la semana que tuvo de descanso, por lo quedescartó un posible viajepara ver el domingo la final del Mundial.

En una cartadirigida ayer a la presidenta de Brasil,Dilma Rousseff, le agradeció la invitación para participar de la entrega de la Copa del Mundo en la final que disputarán la Argentina y Alemania.

"Estoy atravesando desde hace más de una semana una faringolaringitis aguda severa, que me ha imposibilitado realizar en forma normal tareas de gobierno, y hoy me encuentro saliendo de la convalecencia de la misma", le explica Cristina a su par brasileña.

La Presidenta señala en la nota que mañana recibirá en Buenos Aires al presidente de Rusia, Vladimir Putin. En la Casa Rosada la atención está centrada en esa visita, que le dará a Cristina el puntapié inicial a una semana cargada a nivel internacional, que cerrará el sábado siguiente con la llegada de su par chino, Xi Jinping.

La Presidenta le confirmó a Dilma que el martes viajará a Brasilia para participar al día siguiente de la reunión ampliada de los mandatarios del grupo de los Brics (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) y los representantes de la región. Se trasladará a Brasil desde Río Gallegos, adonde viajará el lunes para asistir al primer cumpleaños de su nieto Néstor Iván. "Te imaginarás, como abuela que también sos, los deseos que tengo de compartir con mi familia este hecho".

La Presidenta no tenía en su agenda participar del Mundial. No le gusta. La única vez que vio un partido en la cancha fue en Francia, el 7 de febrero de 2007, en lo que fue el primer viaje de su campaña de instalación internacional antes de convertirse en la candidata del kirchnerismo para aquellas elecciones. Fue en un amistoso en el Stade de France, entonces con el equipo dirigido por Alfio Basile, y que terminó con el triunfo nacional con un gol de Javier Saviola. Esta vez se perderá a Lionel Messi con la pelota, pero lo tendrá en la Casa Rosada entre el lunes y el martes. El entrenador, Alejandro Sabella, es un confeso defensor del gobierno de Cristina y la asociación de la Casa Rosada con Julio Grondona se mantiene intacta.

La expectativa por el clima mundialista en Balcarce 50 es alta. Ayer en los despachos oficiales celebraban los masivos festejos en las calles porteñas por el pase a la final y ya comenzaban a organizar el operativo de seguridad para el regreso de la selección. Hasta anoche, no estaba definido quién viajará a la ceremonia de cierre. Cristina se perderá una foto para nada menor, que la podría haber tenido junto a Dilma Rousseff y a la canciller alemana Angela Merkel, que ya anunció que estará presente en la final.

Una posibilidad es que viaje el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich . Consultados sus allegados, de todas maneras, dijeron que por ahora no irá, aunque dependerá, en todo caso, de una decisión de Cristina Kirchner. Ni Raúl Alfonsín en 1986 ni Carlos Menem en 1990 fueron a las finales que disputó la Argentina.

Sin actividad, la Presidenta mantuvo ayer un día más de reposo en la quinta de Olivos. El último parte médico, difundido el domingo pasado, le había extendido los días para reponerse hasta anteayer. Pero ministros y funcionarios que hablaron con ella contaron que ya retomó las llamadas telefónicas y que estaba casi sin voz, aunque no se privó de dar las órdenes que tenía en mente, a pesar de la afección.

Según dijeron fuentes de la Casa Rosada, Cristina se guardará hasta mañana, cuando deba recibir al presidente ruso. Está previsto que Putin llegue ese día al país. A las 13, tendrá la reunión bilateral con la Presidenta en la Casa Rosada, después firmarán acuerdos comerciales y por la noche volverá a Balcarce 50 para la cena de honor que se hará en el Museo del Bicentenario. Eso sí: será temprano, a las 20. Es posible que esa misma noche Putin vuele a Río de Janeiro. Él sí ya confirmó que presenciará la final del Mundial.

Fuente: LA NACIÓN.