Los investigadores que intentan revelar el destino del vuelo MH370 de Malaysia Airlines desaparecido en marzo pasado concluyeron que el Boeing 777 no habría sufrido graves daños estructurales y que se mantuvo totalmente controlado hasta que consumió todas sus reservas de combustible en el sur del Índico.

Las evidencias descansan en un nuevo análisis de los datos del vuelo provistos por un radar malayo y de información electrónica que la nave intercambió con un satélite sobre el ecuador. Las flamantes pistas acelerarían la decisión de los equipos de búsqueda de redirigir el rastrillaje cientos de millas hacia el sudoeste del Índico.

Los detalles de la investigación se conocieron horas después de que el piloto del Boeing 777 fuera declarado sospechoso central de la desaparición del avión, información que no fue anunciada oficialmente, sino que sólo fue compartida por los gobiernos involucrados en la investigación, según consignó The Sunday Times.

Luego de más de 170 entrevistas y el desarrollo de los perfiles de las 239 personas que viajaban en el avión, los expertos llegaron a la conclusión de que el capitán Zaharie Shah sería el autor de una acción humana deliberada.

Los investigadores también sumaron a sus conclusiones la información recuperada del simulador de vuelo que Shah tenía en su casa y que había sido borrada. Esos datos incluían planes de vuelo y rutas sobre el Índico y prácticas de aterrizajes en pequeños espacios o islas en el medio del océano. (La Nación)