La presidenta Cristina Kirchner redobló su respaldo a su ministro del Interior y Transporte,Florencio Randazzo , potencial precandidato presidencial del oficialismo, al tiempo que intensificó sus ataques, por medio de sus funcionarios, al gobernador Daniel Scioli , hasta hoy el principal candidato del PJ.

Según confiaron a LA NACION fuentes oficiales, todos los sondeos de intención de voto presidencial mostraron un fuerte ascenso de Randazzo dentro del Frente para la Victoria (FPV). También revelaron un gran crecimiento del jefe del gobierno porteño, Mauricio Macri , dentro del arco opositor.

"Dentro de los votos K, Randazzo comienza a ser una alternativa y Scioli es atacado por Cristina", razonó un funcionario.

Con el ascenso del ministro, la Presidenta pretende ahora condicionar a Scioli para que a cambio de su apoyo acepte sin chistar todos los candidatos a diputados y senadores que imponga ella en el FPV.

Pero Scioli ya le dijo que no a uno de sus emisarios, aseguran.

Por otro lado, Cristina Kirchner está cómoda con un escenario en el que Macri crece porque así le restaría votos opositores al diputado y líder del Frente Renovador, Sergio Massa, el postulante presidencial opositor más temido por ella, que sigue primero en las encuestas.

"Macri como principal opositor le permite a Cristina competir contra Massa y construir dos alternativas propias: Randazzo y Scioli", dijeron a LA NACION en el primer piso de Balcarce 50. La embestida de Cristina contra Scioli tuvo dos causas:

l Randazzo se convirtió en una amenaza real (9/10% de intención de voto y en ascenso) para Scioli.

l La Presidenta recibió información hace semanas: Scioli iniciaría un despegue del kirchnerismo. Lo terminó de creer el martes último cuando Scioli asistió al ciclo "Democracia y Desarrollo" organizado por el Grupo Clarín.

Cristina lo había atacado hace diez días por no resolver el conflicto en la autopartista Gestamp. Luego, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, lo criticó en varias oportunidades; después Ricardo Forster, de Carta Abierta, dijo que Scioli no lo representaba y fue nombrado secretario de Pensamiento Nacional. Por último, el ministro de Planificación, Julio De Vido, lo sacudió: "Hay fotos que duelen y que lastiman, y que son lamentables".

Hombres del sciolismo comentaron: "Mejor que nos ataquen; nos hacen un favor. Nos ahorran el trabajo de diferenciarnos".

La estrategia de desgaste continuó ayer. Cristina se mostró junto a Randazzo en la estación Manzanares, partido de Pilar, para inaugurar dos estaciones del ferrocarril San Martín y convocó a los sindicatos ferroviarios a "rever conductas" para evitar futuros paros.

Randazzo prometió allí "la recuperación del servicio ferroviario de carga y de pasajeros en todo el país". Es su principal carta electoral.

El espaldarazo se produjo justo luego de que el vicepresidente Amado Boudou había condenado a Randazzo en la intimidad, cuando reveló que se refería a éste al denunciar públicamente que algunos buscan complicarlo en el caso Ciccone. Cristina protege a Boudou, pero también a Randazzo, una pieza clave contra Scioli. Sin embargo, todavía esperará la evolución en las encuestas de otros candidatos: Julián Domínguez, Sergio Urribarri y Agustín Rossi. "Randazzo pelea con Scioli. Urribarri ni Rossi no suben por ahora", dicen en Balcarce 50.

"Randazzo está parado sobre una política pública que dentro de un año logrará modificar todo el sistema ferroviario. Es un gran hacedor", agregó un funcionario.

Según sus allegados, Scioli rechazó la propuesta de Cristina de digitarle todas las listas legislativas de 2015. Ello reavivó la embestida del Gobierno. Los funcionarios sciolistas aseguran que el gobernador "se distanciará de ella a fin de año o luego de las primarias (PASO) para captar el voto no K".

Considera que sus votantes son kirchneristas. Pero que debe buscar votos fuera del kirchnerismo para perforar ese techo que le impone el desgaste de la Presidenta.

"El acto de Cristina con Randazzo no ayuda a descomprimir la tensión", dijo a LA NACION un alto funcionario sciolista. "No sabemos si lo hace para forzar a Scioli a aceptar sus condiciones o para obligarlo a romper con el FPV. Daniel no aceptará condiciones y esperará con paciencia al desgaste de ella", agregó.

¿No sería tarde para despegarse? Sectores del PJ le piden a Scioli un urgente distanciamiento de Cristina. Eduardo Duhalde y un grupo de gobernadores quieren que Massa y Scioli unifiquen al PJ en una sola oferta disidente del cristinismo. Massa no acepta. Scioli no cede. "Randazzo sube, pero sólo con 10 puntos. No es amenaza", minimizan al lado del gobernador.

Desde la oficina de Randazzo prefieren la moderación. "Todavía hay que poner los nuevos trenes del Sarmiento y Mitre arriba de las vías. El Belgrano Sur, el Roca y el tren a Mar del Plata y Rosario. La campaña será nuestra gestión: trenes, DNI, pasaportes y la Agencia Vial. Pero falta mucho", dijo un vocero. (La Nación)