En un clima de tensión por el conflicto en las regiones del Este, el magnate del chocolate Petro Poroshenko se proclamó vencedor en las elecciones presidencialescelebradas ayer en Ucrania, después de que las encuestas en boca de urna le otorgaron una amplia ventaja sobre la ex primera ministra Yulia Timoshenko.

Dos encuestas en boca de urna otorgaron a Poroshenko -un acaudalado empresario con experiencia política- cerca del 56% de los votos, muy por delante de la ex primera ministra Timoshenko, que aparece en un segundo lugar, con el 12% de respaldo popular.

"Todas las encuestas muestran que la elección ha terminado con una sola vuelta y que el país tiene un nuevo presidente", dijo en una conferencia de prensa Poroshenko, conocido como "el rey del chocolate" por sus negocios en el sector de la repostería, con los que amasó una fortuna de 1000 millones de dólares.

Si los datos oficiales arrojaran una victoria de Poroshenko con más del 50% de los votos, se evitaría la necesidad de una segunda vuelta, prevista para el próximo 15 de junio.

Timoshenko aceptó su derrota, pero insistió en pedir la convocatoria de un referéndum sobre el ingreso en la OTAN. "Han sido las elecciones más justas y limpias de los últimos años", dijo la ex primera ministra.

Cansados por la agitación política de los últimos seis meses, los ucranianos esperan que el nuevo presidente sea capaz de evitar una guerra civil en el país y, al mismo tiempo, relanzar la maltrecha economía.

Pero en una muestra de la magnitud de los desafíos que enfrenta Poroshenko, separatistas armados prorrusos evitaron que los ucranianos fueran a votar en gran parte de la región industrial de Donbas, convirtiendo la principal localidad, Donetsk, en una ciudad fantasma.

Tras celebrar consultas populares consideradas ilegales por el gobierno de Kiev, los separatistas prorrusos proclamaron en las últimas semanas repúblicas independientes en las provincias rusohablantes de Donetsk y Lugansk, donde ayer lograron bloquear la participación electoral. Según las autoridades ucranianas, hubo una alta participación en la mayor parte de Ucrania (alrededor del 55%), pero sólo un 20% de los centros de votación estuvieron activos en las conflictivas regiones del Este.

Tampoco hubo elecciones en la península de Crimea, que se adhirió a la Federación Rusa en marzo tras el derrocamiento del presidente ucraniano Viktor Yanukovich.

Poroshenko, de 48 años, prometió estrechar los vínculos económicos y políticos con Occidente, en un claro desafío al presidente ruso, Vladimir Putin, aunque también deberá intentar reparar las quebradas relaciones con Moscú, que provee gran parte del gas natural a Kiev y es el principal mercado para las exportaciones ucranianas.

El magnate no es una cara nueva en la política ucraniana. Fue miembro del gobierno de Yanukovich y también de un gabinete anterior liderado por los opositores al ex presidente ucraniano. Por su vasta experiencia se ha ganado la reputación de ser un pragmático capaz de unir a una Ucrania dividida entre seguidores y enemigos de Moscú.

Los comicios marcan el fin de la transición política, que comenzó en febrero cuando el presidente ucraniano prorruso Viktor Yanukovich escapó del país y dio paso a una fuerte división.

Putin, que el mes pasado denominó el este de Ucrania como parte de la "nueva Rusia", declaró el fin de semana que respetaría la voluntad del pueblo ucraniano. El mandatario anunció previamente el retiro de miles de soldados desplegados en la frontera con Ucrania.