La distensión entre Macri y Cristina Kirchner se tradujo en acuerdos y obras
El escenario cambió, y de manera casi dramática. Luego de años de pelea frontal, y al margen de algunos breves intervalos de tregua, el gobierno nacional y el porteño dejaron de pelearse y hoy colaboran, uno con el otro, en distintas y muy diversas áreas.
Obras públicas que se destraban, actos e inauguraciones compartidos o proyectos de ley aprobados de manera conjunta (como el de ayer en la Legislatura porteña) son el lado visible de una interacción que tiene su lado personal: el de los diálogos telefónicos y en vivo de la presidentaCristina Kirchner y el jefe de gobierno Mauricio Macri.
Sólo en los últimos meses, la buena sintonía se tradujo en las siguientes acciones concretas:
Leyes polémicas: en diciembre último, y en un veloz trámite, Pro y el FPV votaron una modificación de los convenios del juego en la ciudad y le condonaron al empresario K Cristóbal López una millonaria deuda con el fisco. Desde Pro defendieron ello afirmando que el macrismo "le va a comenzar a cobrar a López, algo que hasta ahora nadie hizo". La cesión a la Nación de terrenos donde funcionaron ex centros de detención de la última dictadura, efectivizada ayer, es otra de las curiosas votaciones en las que macristas y kirchneristas votaron codo con codo.
Inauguraciones y obras: los últimos meses fueron pródigos en encuentros. Luego de la recorrida en conjunto entre el ministro de Transporte, Florencio Randazzo, y el propio Macri, se destrabaron las obras en la autopista Illia, donde llegaron el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el subsecretario de Transporte, Guillermo Dietrich, que hablan seguido con el ministro kirchnerista. El ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, ya cuenta con el aval del Gobierno para destrabar millonarios créditos con el BID y el Banco Mundial, este último destinado a obras en el arroyo Vega. Y conflictos como el de la estatua de Cristóbal Colón, emplazada frente a la Casa Rosada, se resolvieron favorablemente con decisiones del jefe de gobierno porteño. Larreta y el jefe de Gabinete nacional, Jorge Capitanich, inauguraron el mes último una unidad sanitaria para la cuenca Matanza-Riachuelo.
Vínculo personal: la cantidad y calidad de los encuentros entre Macri y la Presidenta aumentaron. Macri reconoció que habla por teléfono con Cristina Kirchner "cada dos o tres semanas". Así lo mencionó horas antes de la inauguración de la nueva sede de la red social Facebook, el martes último. Allí, la primera mandataria dio cuenta de una reunión, en la quinta presidencial de Olivos, solicitada por Macri y en la que el jefe de gobierno llevó una carpeta con propuestas para mejorar la exportación de trigo. Teóricamente ese encuentro era secreto, pero la Presidenta lo hizo público.
Ayer, los opositores a ambos sectores hicieron énfasis en esta serie de coincidencias. "Acuérdense en las campañas cuando ambos se critican. Acá votan muy parecido", los chicaneó Alejandro Bodart (MST) durante la sesión. "Los que cambiaron fueron ellos. A nosotros nos sirve poder seguir gestionando, es lo que nos pide la gente", se defendió ayer un funcionario macrista que tiene contacto con sus pares del kirchnerismo. Todo un símbolo de los nuevos tiempos en el vínculo Nación-Ciudad.