El secretario de Culto participó ayer de la ceremonia de canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII.

Desde Roma habló con radio El Mundo y sostuvo que "la relación del papa con Argentina es fluida y muy directa, no es protocolar. En el caso de la Presidenta, tiene una relación personal y sin intermediarios. Hay un diálogo permanente en todos los niveles".

Oliveri formó parte de la delegación argentina que el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, encabezó y de la que también fueron parte el canciller Héctor Timerman; el diputado Federico Pinedo (PRO); y el titular de la UCR, Mario Barletta.

"El primer aplauso que sonó en la plaza San Pedro fue cuando apareció Benedicto XVI"
Guillermo Oliveri

A modo de saludo ante la delegación argentina, tras la ceremonia de canonización, Francisco preguntó: "¿Cómo está Cristina?".

En sus declaraciones de hoy, Oliveri explicó que los miembros de la comitiva fueron elegidos por la Presidenta y destacó que la ceremonia fue "bellísima y multitudinaria".

"El primer aplauso que sonó en la plaza San Pedro fue cuando apareció Benedicto XVI", contó el funcionario, quien destacó el "ordenamiento de Roma, más allá de lo común" para recibir al millón de fieles que participaron ayer de la histórica ceremonia.