Cristina Kirchner se refirió por primera vez, explícitamente, a su sucesión, e inició con su discurso público de ayer el camino de la despedida. "Quiero dejarle al próximo presidente un país mucho mejor que el que nos tocó encontrar a nosotros", sorprendió la Presidenta durante el acto que encabezó ayer por la tarde en la Casa Rosada.

Con un tono moderado y bajando la voz, la jefa del Estado insistió tres veces en el país que dejará a su sucesor. La Presidenta habló por primera vez de la herencia política y destacó que el crecimiento de la ciencia lo recibirá "el futuro gobierno". No dio señales de su preferencia en el camino a la sucesión cuando ya desde el propio Gobierno y desde el peronismo proliferan posibles candidatos.

Las palabras presidenciales se dieron durante el acto de presentación de un proyecto de ley para rebajar las cargas impositivas para la producción de biodiésel, que establece exenciones del 22 por ciento para el combustible que se use para la generación eléctrica y del 19% sobre el combustible líquido. "Estamos ante una verdadera guerra comercial", dijo al anunciar el proyecto de ley que elimina temporariamente las alícuotas del impuesto al biodiesel "mientras dure la restricción del ingreso" de este combustible a Europa.

A su vez, Cristina cargó ayer contra los líderes de opinión en una suerte de balance de los 10 años de gobierno kirchnerista. "Antes de dejarse llevar por lo que muchas veces le planteen en la caja boba, que por favor no sean bobos ellos y que piensen cómo estaban en el 2003 y cómo están ahora. Simplemente eso. Con eso me alcanza y me sobra", consideró.

La Presidenta criticó la falta de renovación en el periodismo, los sindicatos y los empresarios. "Lo más tonto es que hay políticos que se prenden en ésa para tener cinco minutos más de televisión y piden siempre la renovación de la clase política. Ahora, todo el resto, empresarios, dirigentes, todos, hablo desde sindicatos, empresarios, periodistas, son todos los mismos de siempre. Y a los únicos que les piden renovación es a los políticos. Que está muy bien que nos renovemos todos, pero sería bueno una autocrítica", cuestionó.

La jefa del Estado se congració del movimiento turístico durante Semana Santa y relató que una amiga que había viajado a Nueva York le había contado sobre la cantidad de argentinos que se había encontrado. "Los aviones volvían repletos", espetó.

"Discúlpenme si es un poco ordinario", se atajó cuando lanzó que durante la crisis de 2001 habían quedado "todos con el que te dije mirando al Norte", y se quejó de los que "agitan determinadas cuestiones".

Enseguida apuntó: "Lo hacen con la intención de bajar el ánimo de la gente, de que la gente se malhumore, de que la gente olvide todas las conquistas logradas y se detenga únicamente en lo que le ponen adelante en una pantalla de televisión".

La reacción presidencial se dio en el mismo día en el que el secretario general de la Presidenta, Oscar Parrilli, desfiló por varias radios para cuestionar a los medios. Otra vez en referencia al futuro presidente, Cristina Kirchner planteó: "Se podrán decir muchas cosas, podrán gustar muchas, otras no podrán gustar, pero que van a recibir un país totalmente diferente, de eso no tengan ninguna duda".

Fuente: La Nación