El agua del río Ctalamochita baja lentamente a la altura de Bell Ville, aunque la ciudad sigue en alerta permanente y hay barrios aún anegados. El río asedia a esta ciudad desde hace cinco días.

En las últimas jornadas, se viene percibiendo el descenso de las aguas, pero aparecen complicaciones por el efecto de los desagües colapsados de la ciudad.

La Junta de Defensa Civil, integrada por autoridades provinciales, locales e instituciones, mantiene la alerta y la vigilia sobre todos los terraplenes levantados para mitigarlos desbordes. Sólo el asueto escolar continuará mañana. Además, ayer ya no había personas evacuadas en el Club Bell.

Desde hace tres días, el dique Piedras Moras –última contención del río– evacua de su vertedero 240 metros cúbicos (240 mil litros) por segundo. Con ese nivel, aunque mucho mayor al promedio habitual de 27 metros cúbicos, no se compromete tanto a las ciudades más afectadas. De hecho, en Villa María y Villa Nueva hace varios días que los vecinos de los barrios más afectados han regresado a sus viviendas.

Días antes, desde el Piedras Moras evacuaba 330 metros cúbicos, y en el pico de la crecida llegó a liberar hasta 560.

Las lluvias del último jueves hicieron crecer algunos centímetros los lagos de la cuenca, pero pudieron ser contenidos sin aumentar el caudal del río aguas abajo.

Desde Recursos Hídricos de la Provincia esperan que las lluvias pronosticadas para hoy no impliquen variantes significativas.

Mientras las ciudades afectadas se van recuperando, aparecen graves problemas en las zonas rurales aledañas, con miles de hectáreas bajo el agua y caminos destruidos.

Fuente: La Voz