Para los concesionarios de autos, el año que está por terminar tiene una "doble cara". Por un lado, pueden festejar que las ventas alcanzarán un nuevo récord, pero, por el otro, los últimos anuncios oficiales sobre el sector generan incertidumbre para 2014.

Así lo expuso el presidente de la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (Acara), Abel Bomrad, durante el encuentro de fin de año que las principales autoridades de la entidad mantuvieron ayer con la prensa.

"En los últimos días, surgieron inconvenientes, desde lo de la UIF [los nuevos controles sobre la venta de vehículos de alta gama para combatir, según el Gobierno, el lavado de dinero] hasta el nuevo impuesto", dijo Bomrad.

Según el presidente de Acara, la iniciativa oficial de elevar a 30% la alícuota de impuestos internos a los vehículos cuyo precio de fábrica esté entre $ 170.000 y 210.000 y a 50% para aquellos cuyo precio supera los $ 210.000 "tira por tierra" el Plan Estratégico Industrial 2020, que proyecta una producción de 2 millones de vehículos para ese año. Bomrad destacó que el plan oficial que marca el rumbo para la industria hasta 2020 también contempla un mercado interno de 1,5 millones de unidades.

En opinión de Bomrad, si el proyecto oficial se convierte en ley como fue aprobado en la Cámara de Diputados, frenará los proyectos de algunas terminales de producir en el país vehículos de alta gama. Según el presidente de Acara, con las alícuotas que propone el Ejecutivo -cuyo impacto sobre los precios de venta al público llegará al 100% en los autos que están alcanzados por una alícuota de 50%-, "ningún proyecto de alta gama se va a llevar a cabo" y eso afectará a la incorporación de más autopartes nacionales en los procesos productivos.

En Acara proyectan que en 2014 varios de los modelos que actualmente se producen en el país quedarían alcanzados por las nuevas alícuotas, como el 408 de Peugeot, el Ford Focus o el C4 de Citroën. La SW4 de Toyota quedaría alcanzada, de entrada, por la alícuota de 50% y, según Bomrad, eso haría que su precio pase de $ 360.000 a más de 700.000.

Bomrad -para quien el proyecto oficial es un "emparche" para combatir las urgencias cambiarias que atraviesa el Gobierno- opina que la posible suba de las alícuotas "tampoco calza" con la devaluación que viene mostrando el peso desde que Juan Carlos Fábrega asumió como presidente del Banco Central.

En Acara creen que si el ritmo de devaluación se mantiene, en julio de 2014 el 70% de los modelos de autos que se venden en el país estarían alcanzados por las nuevas alícuotas. Los concesionarios denuncian, además, que en la actualidad hay 40.000 vehículos importados frenados en el puerto de Zárate y que no han sido recibidos por el ministro de Economía, Axel Kicillof, ni por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. (Fuente: lanación.com)