Un productor de Tucumán promueve el consumo de la carne de llama y sus virtudes. Se trata de David Dentice, nieto de pioneros en la producción de esta ganadería. Sus abuelos Julia Calizaya y Alfonso Maidana son dueños del establecimiento más antiguo dedicado formalmente a la producción de llamas en Jujuy: La Candelaria. 

La cabaña tiene más de 100 años, excelente genética y en el marco del complicado contexto económico del 2001 la familia tuvo la idea de promover su trabajo.

“Las crisis presentan oportunidades y luego del 2001 Argentina se volvió un destino barato para el turismo receptivo. En este marco la Quebrada de la Humahuaca se volvió patrimonio de la humanidad”, señaló David Dentice en Gente Necesaria.

Por esto, dijo que la carne de llama pasó de ser totalmente marginal, donde los norteños se avergonzaban de comer esta ganadería, a estar en los principales restaurantes del país y ser aclamada por los turistas europeos.

Con el tiempo la demanda de esta proteína creció y no solo se comercializó el cuarto delantero de la llama sino también se la transformó en embutidos, entre otros productos. “El desafío era hacerle honor a esta ganadería tradicional, a lo nuestro y usarla en su totalidad”, indicó.

En tanto en 2018, se consiguió la faena permitida para comercializar la carne de manera interprovincial lo cual duró hasta la pandemia porque el frigorífico que autorizaba cerró. Ahora los productores luchan para que esta proteína consiga el permiso de tránsito federal.
 
Describió a la carne de llama, como muy sabrosa, extremadamente nutritiva y muy saludable. “Es mucho más magra y un terreno por explorar”, añadió.

Por otra parte, David comentó que su rodeo en Jujuy tiene alrededor de 1000 animales rústicos y con capacidad de adaptarse a los múltiples escenarios climáticos. En tanto, al proyecto de valor agregado lo tiene en Tucuman, siendo la cuarta provincia productora en su cantidad.
 
Por último dijo que el rendimiento que tiene 1 ganado vacuno equivale a 8 llamas y con un costo de casi el 50% más elevado siendo que la res entera pesa 42 kilos, kilaje para el cual se necesitan cerca de tres años de trabajo.

Para conocer más de este emprendimiento ingresá a llama.com.ar