El jurado que la distinguió con el mayor galardón de las letras hispanas valoró su "brillante" trayectorialiteraria, con "obras emblemáticas" para entender el siglo XX, y su "dedicación ejemplar al periodismo siempre desde un compromiso con la historia contemporánea". Es la cuarta mujer en obtener el premio, que se concede todos los años desde 1976.

"Es un regalo del cielo. No podía imaginármelo", alcanzó a decir Poniatowska en su casa de México cuando los primeros medios de comunicación la llamaron para comentar la noticia. Estaba por amanecer del otro lado del océano. Lo consideró también "un triunfo de las mujeres".

Poniatowska nació princesa en París, hija de un descendiente directo del último rey de Polonia y de una mexicana exiliada. Le pusieron un nombre de novela: Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor. Sus padres la llevaron a México cuando tenía 10 años, escapando de la Segunda Guerra Mundial. Y allí, en su tierra adoptiva, esta mujer de cuna aristocrática se entregó al periodismo y se convirtió con el tiempo en una de las voces más comprometidas de la izquierda mexicana. Su familia paterna la bautizó "la Princesa Roja"

A principios de los 70 escribió una de sus obras célebres, La noche de Tlatelolco , un relato escalofriante sobre la matanza de estudiantes universitarios ocurrida en la Ciudad de México en 1968. Antes y después, construyó una amplia bibliografía de ensayos, volúmenes de cuentos y novelas, entre los que se destacan De noche vienes (1979), La piel del cielo (2001, Premio Alfaguara), El tren pasa primero (2007, Premio Rómulo Gallegos) y Leonora (2011, Premio Biblioteca Breve).

Aunque siempre se la definió como una autora comprometida, ella suele aclarar que "el primer compromiso es escribir bien".

Activa militante de los círculos de grandes intelectuales y escritores del DF, tuvo una larga amistad con figuras como Octavio Paz, Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis y Gabriel García Márquez (fue testigo privilegiada del mítico puñetazo que le propinó al Nobel colombiano a Mario Vargas Llosa en 1976 durante un evento cultural en México).

El Premio Cervantes, considerado el Nobel español, está dotado con 125.000 euros que concede el Ministerio de Educación y Cultura español y reconoce la figura de un escritor que "con el conjunto de su obra haya contribuido a enriquecer el legado literario hispano". Poniatowska, de todos modos, prefirió destacar su costado periodístico, el oficio que sigue ejerciendo como cronista y columnista en el diario La Jornada. "Toda mi cultura se la debo al periodismo", dijo ayer esta mujer que cuenta entre sus distinciones con el Premio Moors Cabot, de la Universidad de Columbia.

Entre los candidatos al Cervantes de este año se destacaban el argentino Ricardo Piglia, el uruguayo Eduardo Galeano, el mexicano Fernando del Paso y el nicaragüense Sergio Ramírez. Una ley no escrita establece que un año se premia a un español y al siguiente a un latinoamericano. En 2012, el elegido fue el poeta andaluz José Manuel Caballero Bonald. Poniatowska ganó después de ocho votaciones, cuyo detalle se mantiene en secreto.

La ceremonia de entrega será en abril, en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. (Fuente: lanación.com)