PEHUAJÓ.- La impactante explosión que hizo temblar ayer a esta tranquila ciudad no fue un accidente: Aldo Oriani, dueño de una mueblería céntrica, cortó con una sierra dos caños de gas, abrió cuatro hornallas de una cocina y dejó bidones de nafta listos para detonar, antes de matar a su esposa, Olga Medina, y suicidarse entre las llamas.

Ésta es, al menos, la principal hipótesis que hasta anoche manejaban los investigadores de la policía y la Justicia.

La terrible explosión, registrada en Mitre y Hernández, poco después de las 8.30, hizo temblar a las casas de los vecinos de esa zona de la ciudad. "Llegué tres minutos después. Era todo fuego", relató a LA NACION María Elena Blanca, directora de la escuela San José, que evacuó a 450 chicos de una escuela vecina tras sentir el brutal estallido.

"El fuego no me alcanzó por poco. Pasé segundos antes y luego, cuando volví tras la detonación para ayudar, vi cómo explotaba una camioneta que estaba dentro de la propiedad", contó Sebastián, vecino de la mueblería Pehua, que ardió luego de la fuerte explosión.

La camioneta que estalló, una Chevrolet Meriva, tenía en su interior dos cuerpos sin vida: en el baúl estaba Olga, de 64 años, asesinada antes de la explosión por su marido, Omar, que murió por asfixia, según informó a LA NACION una fuente judicial.

El jefe de la policía departamental Oscar Ledesma, dijo que dentro de la camioneta se encontró un revólver calibre 32. Éste no habría sido detonado, según informó la policía.

"Encontramos dos caños de gas cortados. Uno en la mueblería y otro en la casa lindera, también propiedad de los difuntos. Los caños fueron cortados con una sierra. Es claro que no fue un accidente: había también bidones de nafta en el lugar", informó el fiscal Luis Caldentein, que interviene en la causa.

"Pudo haber sido una catástrofe. Es una esquina céntrica, muy grande, frente a un banco y a media cuadra de una escuela", dijo preocupado a esta enviada Pablo Zurro, el intendente local.

Cuatro dotaciones de bomberos con más de 40 hombres trabajaron durante siete horas para apagar el fuego y evitar posibles derrumbes. Dos vecinos del lugar fueron evacuados, según informó Leandro Viscay, integrante del cuartel de bomberos local.

Los peritos determinaron de inmediato que la explosión se había producido a raíz del escape de gas, por lo que trabajaron en primer término para cortar el suministro en la zona y así evitar riesgos, agregaron las mismas fuentes.

Luego los bomberos realizaron tareas de enfriamiento y apuntalamiento para evitar derrumbes en las construcciones linderas.

En principio se sospechó que el matrimonio había fallecido por la explosión, pero policías y bomberos se sorprendieron al descubrir el cadáver de la mujer en el baúl, además del hallazgo de un revólver calibre 32 dentro de la camioneta.

Un jefe policial explicó que "los cuerpos estaban calcinados, por lo que no se pudo apreciar a simple vista si tenían balazos. El arma también se vio afectada por el fuego".

Los investigadores rechazaron en principio que el arma hubiera sido utilizada. La principal hipótesis que se manejaba anoche era la de un crimen pasional. "El matrimonio estaba separado. Ella había decidido dejar al hombre", explicó una fuente de la investigación. (lanación.com)