Es parte de la estrategia para acelerar la aplicación de la segunda dosis debido a la preocupación por el avance de la variante Delta.
El ministerio de Salud de la Nación convocó a grupos de investigación para estudiar la posibilidad de combinar vacunas contra el coronavirus. El objetivo será analizar la seguridad y el nivel de inmunización que podría otorgar el uso de distintas dosis de las vacunas que se aplican en Argentina, debido a la preocupación que genera la variante Delta y la consecuente necesidad de acelerar las segundas aplicaciones.
Con la finalidad de contar con evidencia local para la toma de decisiones, la cartera sanitaria nacional convocó a investigadores de las provincias de Buenos Aires, San Luis y Córdoba, y de la ciudad de Buenos Aires, para comenzar un estudio sobre eficacia, inmunogenicidad y seguridad de la combinación de dosis de vacunas contra la COVID-19.
“Hacemos esta convocatoria para poder contar con todas las miradas posibles y un proyecto colaborador conjunto para dar una respuesta científica sólida y transmitir tranquilidad a la población en un momento de mucha incertidumbre”, afirmó la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, en la primera reunión con investigadores para diseñar la investigación e iniciar el estudio en las próximas semanas.
El estudio multicéntrico se realizará en base a la combinación de las vacunas disponibles en Argentina con un diseño colaborativo que permita la participación de investigadores de todas las jurisdicciones interesadas. “Tenemos que generar nuestra propia evidencia, evaluar inmunogenicidad, seguridad y observar si en los esquemas heterólogos hay mejores resultados con las variantes en lo que se refiere a la calidad de las respuestas”, explicó en ese sentido el subsecretario de Estrategias Sanitarias, Manuel Castelli.
El estudio también se propondrá evaluar los resultados de los esquemas aplicados para contar con información y evaluar a futuro si se requiere aplicar refuerzos y analizar la prolongación de la protección.
Los investigadores manifestaron su disposición para avanzar lo antes posible ante la necesidad de contar con estudios específicos en base a las vacunas que se aplican en el país, la situación epidemiológica y las variantes que circulan. También, propusieron analizar la respuesta inmunológica de personas que tuvieron COVID-19 y que ya cuentan con una dosis de vacuna contra esa enfermedad.
En esta primera reunión participaron los investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) Guillermo Docena, Andrea Gamarnik y Jorge Geffner; el jefe de Asesores del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aaires, Enio García; la secretaria de Promoción y Prevención de la Salud de Córdoba, Gabriela Barbás; la coordinadora del ministerio de Salud de San Luis, Rosa Dávila; la secretaria de Acceso a la Salud de la cartera sanitaria nacional, Sandra Tirado, y la directora nacional de Epidemiología, Analía Rearte.
Por su parte, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, había dado detalles este jueves por la mañana sobre el estudio de factibilidad con voluntarios para analizar la posibilidad de completar los esquemas de inoculación contra el COVID-19 intercambiando dosis de Sputnik V, AstraZeneca y Sinopharm. Así, adelantó que la ciudad de Buenos Aires comenzará a instrumentar esta estrategia a mediados de agosto.
“Son todas vacunas que ya están aprobadas por ANMAT; lo que estamos evaluando son aspectos técnicos que son la seguridad y la eficacia en una combinación diferente de vacunas; a todos los que han recibido Sputnik componente 1 vamos a estar invitando a algunos de ellos seleccionados al azar a que reciban aleatoriamente AstraZeneca, Sinopharm o Sputnik componente 2”, afirmó en declaraciones a radio Mitre.
Y amplió: “En la Ciudad tenemos 70 mil personas que han cumplido el tercer mes, pero para hacer el protocolo vamos a ofrecerle a gente que incluso tengan cuatro semanas ya de la vacuna, que no hayan cumplido el tercer mes tampoco. Así que los candidatos para poder inscribirse son muchos más”.