“Me llevó una patrulla con mi esposa. Había más de 10 policías, como si fuera un narcotraficante”, comentó el pastor Raúl Sassarolli.
 
El pastor evangélico fue detenido durante el fin de semana, tras abrir su iglesia en medio del confinamiento.
 
Sassarolli dijo que clausurar una iglesia va en contra de las leyes internacionales. Y comentó que nunca cerraron la iglesia porque “es esencial”.
 
“Es como una clínica, hay gente que llega porque se va a suicidar, que se droga y se alcoholiza”, explicó.
 
Por otro lado, dijo que presentarán un amparo judicial para abrir nuevamente el templo porque “es inconstitucional lo que pasó y deja un precedente muy serio para el país por la violación de los derechos internacionales”.
 
Además, Sassarolli indicó que su congregación no está en contra de la pandemia.
 
“Siempre hemos ayudado a la gente al tratamiento para evitar el covid”, señaló.
 
Informe 16