La justicia uruguaya va por Alejandro Vandenbroele, el titular de The Old Fund, la empresa que compró la imprenta Ciccone. El caso está a estudio de la justicia especializada en crimen organizado desde mayo de 2012, y luego de recopilar material documental y tomar declaraciones a representantes de estudios jurídicos uruguayos ahora se activó el mecanismo para tomar declaraciones al presunto testaferro del actual presidente argentino interino, Amado Boudou, en calidad de indagado.

El abultado expediente trata de la conexión uruguaya de este caso y fue activado por una denuncia de la Gerencia del Área de la Unidad de Información y Análisis Financiero del Banco Central del Uruguay (BCU).

La denuncia sostiene que los hechos informados en la Argentina tienen directa relación con Uruguay y muestran cierta "apariencia delictiva". La documentación presentada por el ente uruguayo que supervisa al sistema financiero incluye una serie de notas de LA NACION, entre otras informaciones, y documentos sobre sociedades anónimas orientales.

El semanario local Búsqueda informó que el fiscal de crimen organizado, Juan Gómez, pidió en los últimos días al juez Néstor Valetti que cite a declarar como indagado a Alejandro Vandenbroele por la conexión uruguaya de la causa Ciccone.

Fuentes vinculadas a la investigación dijeron a LA NACION que el trámite ya está activado y que se descuenta que en próximos días llegue a Buenos Aires el exhorto judicial uruguayo por la vía de cooperación de los sistemas de justicia de los países del Río de la Plata.

Boudou es investigado por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública en la venta de la ex imprenta Ciccone. El vicepresidente había asegurado que no conocía a Vandenbroele, pero luego se conocieron datos que los vinculaban, como el pago de las expensas de un departamento del funcionario, realizado por Vandenbroele.

El año pasado, el Banco Central del Uruguay había presentado una denuncia ante uno de los juzgados de crimen organizado para que investigara el presunto lavado de dinero de Dusbel SA, que fue adquirida por Vandenbroele en mayo de 2010 en Uruguay a un estudio jurídico local.

La justicia de crimen organizado investiga desde hace meses el vínculo entre esta sociedad y la argentina The Old Fund, que controla Ciccone, y el movimiento de dinero de ambas. El caso no tuvo muchos avances desde la apertura, pero ahora se pretende acelerar la investigación.

La justicia uruguaya ya ha pedido a la justicia argentina datos de la causa en la que aquí se investiga a Boudou por presunto lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y negociaciones incompatibles con la función pública.

Además, este juez uruguayo tiene otra denuncia que en julio pasado fue presentada por el abogado argentino Jorge Luis Vitale, con referencias a una presunta conexión entre el escándalo de corrupción del ex tesorero del Partido Popular (PP) español Luis Bárcenas y las denuncias contra Boudou.

Fuente: lanación.com