La ciudad alemana donde nació Erich Priebke rechazó ayer enterrar en su cementerio al criminal nazi fallecido la semana pasada en Roma, como reclamó la comunidad judía italiana.

La administración de Hennigsdorf, en el noreste de Alemania, argumentó que el cementerio comunal sólo admite entierros de residentes de la localidad -de poco más de 25.000 personas- o de aquellas personas originarias del lugar cuyas familias cuenten con un panteón propio. En el caso de Priebke, no se satisfacía ninguna de las dos exigencias.

La ciudad brandeburguesa quiere evitar la posibilidad de volverse un lugar de peregrinaje para los neonazis de la región.

El gobierno alemán, por su parte, apuntó que no hay ninguna solicitud oficial por parte de las autoridades italianas para enterrar a Priebke en suelo alemán. "El sitio y la forma en los que enterrar al señor Priebke tampoco son una decisión que corresponda al gobierno alemán", dijo el vocero del Ministerio de Exteriores, Martin Schäfer.

Según Berlín, la familia de Priebke debe tomar la decisión al respecto. "Un ciudadano alemán puede ser sepultado en Alemania, pero el gobierno no tiene razón ni motivo de expresarse sobre dónde deba ser inhumado Erich Priebke", dijo Schäfer.

El criminal nazi fue condenado por la matanza de más de 300 civiles en 1944 en Italia y pasó sus últimos años en arresto domiciliario en Roma. Priebke se mantuvo fiel a la ideología nazi hasta el final y nunca se disculpó por los crímenes cometidos. En un comunicado publicado después de su muerte admitió que los judíos habían sido perseguidos por los alemanes, pero negó la existencia de cámaras de gas.

Tras su muerte, la semana pasada, a los 100 años, la comunidad judía italiana rechazó que su cuerpo fuese enterrado en Italia. Las autoridades italianas quieren evitar a toda costa que los funerales coincidan con el 70° aniversario de la deportación masiva de judíos del gueto de Roma, perpetrada por la Gestapo el 16 de octubre de 1943.

También se negó a recibir el cuerpo la Argentina, donde Priebke vivió varios años hasta su extradición a Italia, en 1995.

Por su parte, Jorge Priebke, uno de los dos hijos del criminal nazi, dijo ayer desde Bariloche, donde reside: "Por mí, que lo entierren en Israel si quieren, así están contentos". Y añadió: "Por qué esta gente [por Israel] no se fija en lo que pasa en Medio Oriente, Siria, Irán [...] En cambio, se la agarran con uno [por su padre] y con una guerra que terminó hace 60 años o más".

Fuente: lanación.com