En la casa de Puán al 3700, de Caseros, las personas desaparecen... o mueren. Hasta allí habría llegado el 30 de septiembre pasado Araceli Ramos, de 19 años, para concretar una entrevista laboral. La joven está desaparecida desde ese día. Tampoco hay señales de vida de la dueña de esa casa, una mujer de 80 años. En tanto que su hijo, que tenía antecedentes penales, murió hace tres meses.

Ayer, la policía apresó a un sospechoso, un ex efectivo de la Prefectura, de 37 años, con un importante prontuario por su presunta responsabilidad en las desapariciones de Araceli y de la dueña de la casa. Al allanar su domicilio, los investigadores encontraron un elemento que lo vincularía también con la muerte del hijo de la propietaria. Tenía el certificado de defunción de su ex compañero de prisión.

Según fuentes de la investigación, existe una prueba clave que abonaría la sospecha sobre la relación del sospechoso con la desaparición de Araceli. Hubo varias llamadas telefónicas entre el imputado y la joven en las horas previas a que la chica saliera de su casa, en Loma Hermosa, para acudir a una entrevista laboral que, en realidad habría sido una trampa.

Al cierre de esta edición, investigadores policiales realizaban una serie de allanamientos para tratar de encontrar a Araceli y a la mujer, de 80 años, desaparecidas hace 9 y 20 días, respectivamente.

Hasta anoche, los policías no habrían logrado que el sospechoso declare y aporte algún dato sobre el paradero de la joven estudiante del último año de la secundaria y la propietaria de la citada casa.

Tampoco pudo explicar el imputado por qué se comunicaba con el celular de la joven, que desapareció después de haber sido convocada a la finca de Puán al 3700, donde, a pesar de no ser el dueño, tenía acceso, según afirmaron los vecinos.

"Cuando le preguntaban qué había pasado con la dueña de casa, este hombre respondía que la habían llevado a un lugar donde pudiera recibir la atención adecuada para la enfermedad que tenía", dijo uno de los vecinos de la vivienda de Puán al 3700, que fue interrogado por la policía.

RECLAMO Y MOVILIZACIÓN

Mientras la policía realizaba una serie de allanamientos para tratar de encontrar a Araceli, en Loma Hermosa, los familiares y amigos de la joven estudiante hicieron una movilización para pedir por la aparición de la chica.

"Loma Hermosa, levántate y anda. Aparición de Araceli", expresaron los vecinos en un pasacalle.

"Tenemos que seguir buscando a Araceli. Si hay un detenido, es gracias a los vecinos que nos movilizamos. Le mandamos fuerza a la mamá y pedimos que quien tenga a Araceli, la suelte", manifestó una amiga de la familia de la joven.

Araceli fue vista por última vez por su familia el 30 de septiembre pasado cuando dejó su casa para ir a la entrevista laboral. La joven buscaba trabajo desde hacía dos meses para solventar sus gastos y reunir dinero para irse de vacaciones con su novio, un joven de Escobar al que solo veía los fines de semana.

Antes de salir de su casa, en Loma Hermosa, la joven Araceli le dejó una nota a su madre con el detalle de la dirección del lugar al que iba a una entrevista y prometió que volvería enseguida. Pero, ante la falta de respuestas en su celular, Griselda, la madre de la joven, le pidió que la acompañara hasta la dirección que había dejado la chica. Pero, al llegar a la casa de Puán al 3700, en Caseros, advirtió que el inmueble estaba completamente deshabitado.

Fuente: lanación.com