Valeria Probst, junto a su marido, le brindan chocolate caliente y pan a un grupo de pequeños del sector, cuyas familias viven una grave situación de vulnerabilidad.
valeria probst
Valeria Probst, es ama de casa, madre, realiza sus estudios secundarios y trabaja junto a su marido en el carro, trasladando y vendiendo arena.
Desde hace unas semanas creó, junto a su pareja, el merendero “El Potrerito de las Delicias” porque la preocupación de esta familia era brindar, al menos, una taza de chocolate caliente y un pedazo de pan a los niños del sector, quienes en muchas ocasiones no meriendan, ni cenan antes de irse a dormir.
“Nosotros lo hacemos de corazón, porque una sonrisa de un niño por una taza de leche y un poco de pan no tiene precio” manifiesta con emoción Valeria.
En el Potrerito de las Delicias se les brinda la merienda a unos 70 niños y niñas, se les entrega un un litro de leche o té y una tira de pan que llevan a sus hogares.
Valeria comenta que a diario recibe la donación del pan, y comentó que le gustaría darles una fruta a los pequeños.
Valeria Probst vive en el barrio Las Delicias en Rubén Agüero 1680, su teléfono es 0358-154123018 y solicitó ayuda para poder seguir atendiendo las necesidades de los niños del barrio.
Valeria comentó que necesita una cocina para poder hacer más leche y una heladera, porque la que tenía se la robaron, además de una garrafa de gas para poder tener una alternativa cuando se le acaba la que usa a diario.
Esta mujer solidaria comentó que la realidad de la gente del barrio es grave, pues muchos viven de changas o de la venta de arena y es un rubro que se ha visto muy afectado a causa de la situación económica y la pandemia agudizó todo.
Valeria también planteó la necesidad de ropa de abrigo para las personas que viven en este sector pues llegó el frío y muchos se encuentran en una situación de absoluta vulnerabilidad.