Víctor Álamo, veterano de guerra que fue condecorado por su valentía en la guerra de Malvinas dialogó con Micrófono Abierto. El ex combatiente oriundo de Las Acequias recordó que sus padres se enteraron que estaba vivo después por un reportaje en la televisión.
Víctor Álamo, soldado de Malvinas, 38 años después de desembarcar y dar pelea a los ingleses por tratar de recuperar la soberanía de las islas, dialogó con Gabriel Martella para Micrófono Abierto y relató sus vivencias de guerra.
Víctor Álamo desembarcó el 3 de abril en Puerto Argentino, era parte de la agrupación “Boina Verde” y se instaló en la zona de Ganso Verde.
“Nosotros desembarcamos y entre Ganso Verde y Darwin nos instalamos en una escuelita. El 1 de mayo comienzan los ataques de los ingleses, sobre todo de los aviones, el objetivo era bombardear los aviones Pucará. El 3 nos volvieron a atacar y las antiaéreas tumbaron un avión cerca nuestro.
Ellos desembarcaron el 21 de mayo y nos bombardearon todo el día y el 28 de mayo comenzaron el avance por tierra hacia nuestra zona” relató el ex combatiente de Malvinas.
Víctor no duda en contar que el miedo a la muerte fue una constante que lo acompañó a lo largo de sus días de guerra, “uno piensa en la muerte todo el tiempo, era permanente”.
Víctor Álamo fue uno de los pocos soldados condecorados por su accionar en la guerra.
“Nos unimos a otro grupo y nos fuimos al combate en la pista con ellos. Supuestamente nos piden que nos repleguemos porque la situación estaba muy dura y yo no hice caso. Mi Jefe logra matar al oficial que venía avanzando y que comandaba el ataque y así nosotros pudimos volver a Ganso Verde. Allí me dijo que no obedecí una orden y que le salvé la vida, pero yo no me levantaba porque si lo hacía alguna bala me iba a dar, mientras yo tiraba era difícil que me pegaran, por eso me quedé ahí, pero Él lo tomó como una acción para condecorar” comentó el ex combatiente.
Víctor que luego de ser tomados prisioneros por los ingleses, éstos los trajeron en barco a Montevideo y desde allí fueron llevados a Campo de Mayo, donde permanecieron un tiempo en el regimiento.
“Volví a casa en julio, en esa época no había las comunicaciones de hoy y como mérito de lo que había hecho, me designaron para salir en la tele en un reportaje, así mi familia se enteró que estaba vivo”.
38 años después de una guerra que dejó una profunda herida en nuestra sociedad, Víctor reconoce que hay una mirada que se ha transformado, “hubo un cambio grande, hay mayor conciencia”.