El Presidente explicó que ese día tiene que encabezar la apertura de sesiones del Congreso. “Si no puedo ir, le voy a proponer verlo al día siguiente”.
El presidente Alberto Fernández puso en duda el encuentro con su par de Brasil Jair Bolsonaro del 1 de marzo en Montevideo, en el marco de la asunción del mandatario uruguayo Luis Lacalle Pou.
"No sé si puedo ir porque ese día se inauguran las sesiones ordinarias del Congreso acá en Argentina", explicó el jefe de Estado en declaraciones a radio Rivadavia.
Las manifestaciones de Fernández se producen luego de que el miércoles Bolsonaro le propusiera aprovechar la ceremonia de asunción de Lacalle Pou para mantener un encuentro bilateral.
El ofrecimiento del presidente brasileño hizo publico tras las gestiones del canciller Felipe Solá. "Bolsonaro le manda un abrazo al Presidente y espera verlo el 1 de marzo", dijo el funcionario argentino.
Solá fue recibido el miércoles en Brasilia por el presidente Bolsonaro y durante el encuentro le pidió apoyo para la renegociación de la deuda argentina con el Fondo Monetario Internacional.
El canciller estuvo reunido 50 minutos con Bolsonaro en el tercer piso del Planalto y, antes, con su equipo de trabajo mantuvo un encuentro con el canciller Ernesto Araújo, en el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
De las reuniones participaron también el embajador designado, Daniel Scioli, y el ministro de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz; mientras que -por Brasil- estuvieron el vicecanciller Pablo Tettamanti, el jefe de gabinete de cancillería, Guillermo Chaves, Jorge Neme, y la subsecretaria de asuntos del Mercosur, Carmen Squeff.
El primer mensaje argentino fue dicho ante Araújo y luego repetido ante Bolsonaro. A ambos, Solá les explicó el tema de la deuda, sobre todo la adquirida ante el FMI desde 2018.
"Le hemos pedido apoyo en la negociación con el FMI, entendió bien y supongo que lo hablará con su equipo. Bolsonaro escuchó con atención, no le pedí una respuesta inmediata", manifestó el canciller.