Francisco anunció en julio pasado que canonizaría juntos a dos de los papas más influyentes del siglo XX, tras aprobar un milagro atribuido a la intercesión de Juan Pablo II y pasar por alto las reglas de la Santa Sede, al decidir que Juan XXIII no necesitaba un segundo milagro para ser canonizado.

Según los analistas, con la decisión de canonizarlos juntos, el Papa se proponía dar un signo de unidad para la Iglesia, ya que cada uno de ellos tiene sus admiradores y sus críticos. Francisco es admirador de ambos.

Tanto Juan Pablo II como Juan XXIII están identificados con el Concilio Vaticano II, la serie de reuniones de 1962-1965 que modernizaron la Iglesia Católica, en una indicación de que Francisco busca resaltar el papel que ese concilio tuvo para configurar la institución en la actualidad.

Un vocero de la conferencia de los obispos polacos, Jozef Kloch, afirmó que la canonización doble resaltará el hecho de que Juan Pablo II continuó las ideas introducidas por Juan XXIII, que convocó el concilio.

Originalmente, se barajó la fecha del 8 de diciembre para la canonización, pero los obispos de Polonia se quejaron de que se dificultaría el viaje al Vaticano de los peregrinos polacos por el clima adverso.

Por eso se eligió el primer domingo posterior a la Pascua, el 27 de abril. Fue en esa misma festividad -el domingo de la Divina Misericordia- cuando Juan Pablo II fue beatificado en 2011, en una ceremonia que convocó a un millón y medio de peregrinos a Roma.

Fuente: lanación.com