Adelgazar sin hacer dieta....parece casi un tópico pero cada vez más expertos abogan por los buenos hábitos alimenticios y reniegan de dietas estrictas, causantes del temido efecto rebote y, en los casos más extremos, de riesgos para la salud. Es aquí donde entra en juego el Mindful Eating o Alimentación Consciente, un método para comer de forma más consciente y por tanto más saludable, lo que ayuda a controlar el peso y a sentirnos mejor. ¿Cómo ponerlo en práctica? La psicóloga e instructora de Mindfulness, Ksenia Ryzkhova, nos da las claves.

El ritmo frenético en el que vivimos nos lo pone difícil a la hora de mantener una dieta equilibrada, lo que se traduce en un aumento indeseado de peso e importantes riesgos para la salud como la subida de la tensión arterial o el colesterol. Una buena forma de evitar estas consecuencias es iniciarse en el Mindful Eating o Alimentación Consciente.

Empecemos por el principio. ¿Qué es exactamente el Mindful Eating? "Una técnica derivada del Mindfulness (práctica basada en conciencia plena) que consiste en centrar la atención en nuestros hábitos de consumo alimenticio, desde el momento de la compra hasta el de ingerirlos", explica Ksenia Ryzkhova. Se trata, por tanto de una nueva corriente nutricional "en la que prestamos atención a lo que estamos comiendo, dedicándole el tiempo suficiente y disfrutando plenamente de la comida, lo que ayuda a conectar con nuestro cuerpo y a saber lo que éste realmente necesita consumir", añade la experta.

Pusimos el método en práctica con una mini sesión de Mindful Eatingsaboreando una manzana de Val Venosta, un verdadero manjar cuando gracias a esta técnica se activan todos los sentidos en cada bocado. ¿Cómo incorporar la Alimentación Consciente a tu día a día? Aquí tienes 5 pautas clave.

1. En la compra. Es importante no caer en el consumismo innecesario y evitar llenar la cesta de caprichos, que suelen ser los más calóricos, como los dulces o los snacks en bolsa. "Un buen truco es no ir a hacer la compra con hambre y, por supuesto, llevar una lista con lo que realmente necesitamos", aconseja Ksenia. "A la hora de elegir, es importante mirar bien la etiqueta para conocer el verdadero origen de los productos y optar por los alimentos frescos".

2. Concéntrate en lo que comes. "Saborea cada bocado y céntrate en la comida evitando otros pensamientos que puedan distraerte. Esto te permitirá escuchar a tu propio cuerpo y las señales que te está mandando, por ejemplo, que ya estás demasiado lleno o que cierto alimento te costará digerirlo". Una solución para poner freno al hambre emocional.

3. Evita la multitarea. Y asociado al anterior consejo va éste. Contestando mails o mirando Instagram es muy difícil prestar atención a lo que estamos comiendo, lo que potencia el mal hábito de comer por impulso. "Sentarse a la mesa y evitar dispositivos que te distraigan es crucial para comer correctamente. No se trata de hacerlo de golpe, por ejemplo, si estás acostumbrado a desayunar leyendo el periódico puedes empezar dejar de leerlo mientras te tomas el café días aleatorios", nos recomienda Ksenia.

4. Contra la ansiedad. En los casos de personas con mucha ansiedad, la experta recomienda hacer un mini ejercicio de respiración antes de empezar a comer. "Simplemente una pequeña pausa de unos segundos en los que cojamos y soltemos el aire para bajar un poco el ritmo y despejar la mente".

5. A la hora de comer fuera, busca tu momento. Cuando estamos obligados a comer el trabajo la cosa se complica un poco. Es importante saber buscar un espacio y un momento para desconectar de la rutina laboral, siempre sentarnos a la mesa y evitar comer de pie o en el puesto de trabajo. Tal y como asegura Ksenia:"15 minutos de comida consciente te darán mucha más energía que una hora en un restaurante lleno de ruido o un sándwich rápido frente al ordenador".

El Mundo