Leonela Ayala, la mujer que confesó el crimen de su sobrina, Sheila Ayala, de 10 años, quedó en libertad al vencer el plazo de detención. Tras pasar un mes detenida, la mujer continua estando imputada en la causa, por lo que las investigaciones a su alrededor continuarán.
A primera horas de este lunes, Leonela fue liberada, después de que el fiscal de la causa no pidiera la prisión preventiva. Si bien durante su confesión ante los efectivos policiales aseguró que tanto ella como su marido habían sido los responsables de la muerte de la menor, al momento de declarar se despegó del crimen y señaló a su pareja, Fabián Gonzáles Rojas, como el autor material. Además, lo acusó por haber intentado abusar de su hija de nueve años.
Su nueva declaración estaría sustentada con el registro de la tarjeta SUBE, con el que se puede comprobar que Leonela no estuvo en su casa el día de la desaparición de Sheila, sino que se encontraba en la casa de un familiar junto con sus hijos, según estableció.
A pesar de haber sido liberada, la mujer no podrá recuperar la custodia de sus cuatros hijos y es probable que sea acusada por un delito menor, tal como “homicidio agravado por alevosía”.
El cuerpo de Sheila fue encontrado el 18 de agosto, a pocos metros de su casa en San Miguel, el último lugar en que fue vista con vida, cuando jugaba en la puerta con una amiga. Era buscada desde hacía varios días por su padre y su madre, y se barajaban diversas hipótesis.
Hasta el momento, González es el único detenido. Si bien se declaró inocente, su situación es complicada: al momento de su detención, el hombre presentaba rasguños y, según un testigo, sus hábitos cambiaron de forma radical a partir del día en que la menor fue asesinada.