Se cumplen 25 años de la Granja Siquem y 10 años de la Peña del Abrazo que se realizará el sábado 15 de septiembre a las 20.30, con un costo simbólico de 20 pesos.

Manuel Schneider, responsable de la Granja Siquem, visitó junto a Miguel “Negro” Toledo a Micrófono Abierto, conducido por Gabriel Martella y Julián Colombo, quienes hablaron sobre la realidad profunda que atraviesan quienes son parte de esta comunidad educativa y de recuperación social.



Siquem es un sueño de jóvenes, de hace 25 años, que no estaban conformes con la realidad, a la que consideraban  injusta porque les daba oportunidades a muy pocos, quienes nacían en la pobreza no tenía las mismas opciones y aquel que lo hacía en la indigencia mucho menos, relata Schneider, quien ante eso expresa “decidimos tratar de hacer el mundo que soñamos en el Siquem, que está cerca del Sol de Mayo, en un predio de 70 hectáreas, en el kilómetro 594 de la ruta 8”.

De acuerdo a lo manifestado por Manuel Schneider al aire de Micrófono Abierto “nuestra idea es  que los chicos no tengan que llegar al Siquem, eso sería lo ideal. Cuando se rompe la estructura de familia ampliada, de comunidad que no lo puede contener y ese chico sale de los mínimos requisitos que el sistema tiene como la educación formal, entonces actúan instituciones que tiene el Estado Municipal o Provincial y esos chicos asisten al Siquem de manera itinerante, si tienen alguna contención en su comunidad,  y si no es así se quedan a vivir con nosotros”.



Actualmente viven unos 15 chicos en la granja y unos 40 chicos aproximadamente transitan por la institución para estudiar y trabajar, pero duermen en sus hogares, esto depende de la capacidad física del lugar y principalmente “el poder tener la individualidad del sujeto identificado para ver cuándo está bien, cuándo está mal, porque son niños”.

Schneider marcó con preocupación que “hay situaciones de desnutrición marcada, es gravísima la situación, hay graves problemas de indigencia. Los problemas de injusticia comienzan en el vientre de la mamá y sí ahí ya no tenés la nutrición necesaria en la gestación, luego que naciste en los primeros años no tenés las oportunidades, los estímulos y nadie se hace responsable de eso, es grave”.

El responsable de la Granja Siquem plantea que “donde no hay un trabajo digno y un sueldo digno se destruye todo, esa es la génesis de todo el problema”.

Schneider observa en su contacto diario con niños y jóvenes, que el nivel de vulnerabilidad de  éstos es altísimo “y los problemas que antes se manifestaban en jóvenes de 15 ó 16 años hoy se pueden ver en niños de 8 años. quienes se rebelan contra el sistema”.



La forma de trabajo de la Granja Siquem es desde la concepción de una familia, en donde se busca la contención, el resguardo y ante todo el amor, luego se hace hincapié en la educación y la cultura del trabajo. “Cuando comenzamos,  el pibe de 14 o 15 años que se inició con nosotros no había visto trabajar a su mamá, a su papá, a sus abuelos y hoy mucho de esos chicos todavía están con nosotros, tienen 30 y pico de años, tienen hijos adolescentes y sus hijos trabajan con ellos, o sea el mundo puede cambiar”.

Muchos de los niños y jóvenes que han transitado por la Granja Siquem no se han querido ir del lugar y por esta razón ha surgido la Cooperativa La Soberana que vende productos como quesos, pollos, lechones y gracias a un entramado de instituciones y personas la Granja Siquem es un faro en la oscuridad para muchas personas que descubren que pueden tener una oportunidad en su vida.



Schneider, alma fundante de este espacio de historias y abrazos, remarca la necesidad de aplicar los valores básicos fundantes, “como la justicia, la igualdad,  nadie se salva solo, no se puede crecer sobre el hambre del otro, cuestiones simples como lo que querés para tus hijos, para tus afectos, quererlo para todo el mundo y tratar de replicarlo y cuando empezás a mirar desde la coherencia del trabajo y de la educación se cambia la realidad”.