Bomberos voluntarios de Berrotarán comenzaron a recibir mayor tratamiento emocional a raíz de que en una semana tuvieron que asistir a cuatro accidentes en los cuales murieron cinco personas.
Los trágicos sucesos se repartieron entre la autovía, el acceso sur a la localidad y la ruta a Las Caleras.
“Los bomberos no son de plástico. Son humanos. Sufren y se impactan como cualquier persona más allá del entrenamiento que tenemos”, sostuvo el jefe del cuerpo, Juan Carro.
Dijo que los motivos son variados pero hay mucha gente que sigue en pleno viaje a pesar de un gran cansancio.