Es un día difícil, cargado de emociones encontradas, recuerdos bonitos de la casa en la que vivió hace muchos años y fue muy lindo compartir con la gente de Río Cuarto.
 
Así fue como, la secretaria de la Congregación, madre María Teresa Sánchez, resumió el sentir del último día de las hermanas en el Colegio Nuestra Señora del Carmen. Sucede que las hermanas que lo manejaban decidieron ceder el control a los laicos para retirarse de la ciudad.
 
Tal como reza en el inicio la nota de Puntal, poco a poco y por diversos motivos, los colegios secundarios católicos van perdiendo la presencia permanente de religiosos.
 
Con este último hecho, sólo quedan 5 colegios con presencia permanente de religiosos católicos.
 
“Es triste que las hermanas tengamos que cambiar nuestra presencia en la comunidad pero al mismo tiempo es feliz decir que tenemos laicos que nos acompañan”, aseguró la madre María Teresa Sánchez.
 
Por esto, dijo que también dan gracias a Dios, de poder decir que sus comunidades pueden tener un modo distinto de presencia de ellas y al mismo tiempo seguir viviendo esta fuerza carismática del don de la madre Tránsito.

Por su parte, Pablo Alois, director general del colegio Del Carmen, indicó que se continuará con la misma línea de acción que tenía el establecimiento.
 
Sostuvo que habrá un control mensual por parte de las autoridades de la Congregación que visitarán mensualmente el colegio.
 
La disminución en las vocaciones, es el motivo por el que se tomó esta decisión. “Nosotros vamos teniendo un decrecimiento en los ingresos, las hermanas van falleciendo y evidentemente vamos siendo cada vez más menos”, detalló la Madre.
 
Manifestó que esto las obliga a repesar donde necesitan más de su presencia. “En qué lugares pueden vivir sin nosotras tan directamente, cuales tienen mejores posibilidades que otros y a partir de ello tomar decisiones que a nosotras nos resultan dolorosas ciertamente pero que también son necesarias”, explicó.
 
En tanto, señaló que la congregación se concentrará en las mismas casas que ya tenían.
 
En muchas comunidades antes las hermanas eran directoras, responsables legales y casi tenían todos los roles del gobierno de la escuela. Pero ahora, por el motivo mencionado anteriormente, van cediendo estos roles. “Es complejo”, aseguró con gran pesar la madre Sánchez.
 

Un cambio de mirada en la Misión
 

¿Qué sentido tiene esta consagración a Dios, y a los hermanos y como vivirla plenamente?
 
Preguntó la madre María Teresa Sánchez y señaló que se trata de un repensar en toda la comunidad católica. Si bien señaló que para ellas el lugar no es una cuestión tan fuerte porque constantemente se trasladan de lugares, dijo “uno es humano y se encariña”. “De hecho este es un lugar al que uno le tiene mucho cariño”, remarcó.
 
Cuatro hermanas había en la comunidad del Colegio Nuestra Señora del Carmen. En otros tiempos, en Río Cuarto, las comunidades eran de hasta ocho hermanas cuando ahora la mayoría son de dos o tres, detalló la Madre.
 
Por otra parte, reiteró nuevamente que la problemática en torno a esto es la baja en las vocaciones. “Estamos convencidos que la bondad, el bien, la verdad, la justicia son valores positivos. Debemos ayudar a los jóvenes, educarlos en esto y ayudar a quienes se quieren consagrar en este camino”, sintetizó la madre María Teresa Sánchez, en torno al planteo de una nueva mirada de la congregación católica.
 
Consideró que la disminución de la vocación está ocurriendo en todos los ámbitos.
 
Por esto destacó que sería importante preguntarse ¿Qué queremos para mañana? y ¿Cuantos deseos propios y ajenos ayudamos nosotros a que tengan vida? como así también comprometer a la comunidad a rezar por las vocaciones.