En el interior de un bosque hay un hotel donde, en las noches de primavera, las mariposas isabelinas o graelsias -Graellsia isabelae- buscan el calor de las farolas para calentarse en la fría noche. En los pinos cercanos son relativamente fáciles de encontrar. En esta imagen un macho está a punto de echar volar con las luces del pueblo de fondo.