Un hombre con sus dos hijos pide alimentos, ropa y un caballo para poder trabajar. Se trata de Darío Pereyra, padre de un niño de 5 años y una nena de 7 años, quien vive en calle Ranqueles 540.
Relató que luego de que se le murió el caballo no tiene un medio para trabajar y además cuando consigue alguna “changa”, no tiene con quién dejar a los niños. “En época de clases los mando a la escuela y ahí sí puedo trabajar”, añadió.
Señaló que esta necesidad de alimentos, ropa e insumos varios para brindarles mejores condiciones de vida a sus hijos, la acarrea desde hace cinco años.
Sin cocina y garrafa son los vecinos quienes le cocinan o brindan agua caliente.