Rodrigo Cornú, responsable  y gerente administrativo de los hogares de día para los adultos Amanecer y Nuevo Amanecer dialogó en Micrófono Abierto acerca de la realidad de los geriátricos en la ciudad.

Cornú explicó que sus hogares para adultos mayores están habilitados por el PAMI, para ello debe ser habilitado por el Ministerio de Salud de Córdoba y estar anotado en una instancia nacional como es la Superintendencia del Servicio de Salud.

La denominación técnica de estos espacios es residencia de adultos mayores y de esa generalidad hay clasificaciones que tienen que ver con la capacidad de las personas desde autoválidos hasta dependientes totales.

Frente a la muerte y desamparo de un anciano en graves condiciones física que había estado en un geriátrico, Cornú comentó acerca de la realidad con la que se enfrentan a diario, “lamentablemente hay muchas familias que depositan a los adultos mayores en el geriátrico,  como una alternativa para desvincularse, eso no es juzgable de parte nuestra, pero es un error conceptual porque el geriátrico tiene que ser un nexo y un apoyo con el familiar para tener un vínculo sano.  Por más que tengamos los mejores trabajadores y profesionales no se puede lograr mucho si no tenemos el apoyo de la familia, si ésta se desinteresa del familiar se pierde el 50% de las oportunidades de dar calidad de vida y de residencia para la mayoría de las personas”.

Estadísticamente la realidad de las poblaciones en los geriátricos son 70% de mujeres y 30% de hombres “porque las mujeres tienen un poco más de expectativa de vida en la participación de los geriátricos, no así en la estadística de salud mundial” planteó Cornú.

El responsable de dos hogares para adultos mayores explicó que en sus espacios se busca realizar actividades  en las que se tenga en cuenta la calidad de vida y la calidad de residencia que abarcan todos los aspectos de la vida cotidiana, “se trabaja con profesionales para la calidad de vida a nivel intelectual, con estimulación, con talleres, con trabajo programado de acuerdo a las posibilidades de las personas y se trabaja de modo interdisciplinario. También se trabaja la parte física con una profesional del geriátrico y con todo el apoyo de las obras sociales y el PAMI con fisioterapeutas, rehabilitadores” explicó.

Respecto a los cuidados que deben recibir los ancianos en un geriátrico y a la reciente muerte de la persona a causa del deterioro físico, Cornú manifestó “hay circunstancias donde es inevitable la deshidratación o el deterioro permanente y constante de la persona, son circunstancias, nunca puede ser la generalidad y si se hace un trabajo a conciencia debería ser mucho antes detectado y empezar con la posible solución si el estado de la persona lo permite. Lamentablemente en este caso de la persona que falleció, que estaba un geriátrico no habilitado, nada de eso aplica porque no contaban con los medios necesarios para poder decir si había sido o no atendida”.

Frente a estos hechos, Cornú fue claro y contundente, “los controles los reciben las personas que están dentro de la legalidad y no los que están fuera de la legalidad, somos muchos más fáciles de ser sujetos de auditorías las personas que nos pueden ubicar a las que no pueden ser ubicadas, en lo que ha pasado en los geriátricos que han sido intervenidos no tienen identificación, no tienen ningún tipo de cartelería, son lugares a los que se llega por el boca a boca, por proximidad o por familiares y seguramente son menos costosos”.

Un geriátrico habilitado como el de Cornú, tiene un costo de 14 mil pesos mensuales, que cubre todas las necesidades del adulto menos la provisión de los descartables y remedios, “seguramente hay algunos más costosos y mucho más baratos”.
Respecto a las habitaciones de estos espacios, el responsable de dos geriátricos manifestó que “deben ser los lugares en donde se pasa el menor tiempo posible, porque la idea es la revinculación con los iguales, con los pares, la participación de actividades que mencionamos recién”.

Cornú comentó que hay muchísima demanda por toda esta situación de visualizar el problema de las residencias geriátricas en base al trabajo de PAMI con Gonzalo Luján, la Municipalidad de Río Cuarto y Ru.Ge.PRE. SA. que ha puesto de manifiesto una gran carencia. “Yo rechazo muchas solicitudes porque no tengo la capacidad instalada. Entre los dos geriátricos hay una capacidad para 45 personas, una en la calle Iguazú, cerca del Acordeón y la otra residencia es en la calle Lavalle 536”.