El planteo fue aprobado en el Concejo Deliberante. Surgió por iniciativa del concejal Manuel Betorz y por un grupo de mosaiquistas que advierten el crecimiento de la actividad en la ciudad.

Hay unos 70 talleres y se intervinieron más metros cuadrados que en la ciudad de Curitiva, que es capital del mosaiquismo en Brasil, así lo explicó Carmela Cignetti, una de las impulsoras de la iniciativa.

“El mosaiquismo puede ser utilitario, artístico y también terapéutico, es un arte milenario que llego desde Grecia”.

Cignetti señaló que cuando hacen intervenciones en lugares públicos la gente se frena a ver, pregunta por las clases, “mucha gente nos agradece por embellecer la ciudad”.


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